Las perspectivas futuras para el mundo aparecen cambiantes y disruptivas. Los líderes de negocio deben poseer habilidades que les permitan subsistir en los entornos diferentes de trabajo; además, establecer actitudes y modelos que respondan y se adapten a los retos que el medio de cambio involucra.
Eric Porras, director de programas MBA de EGADE Business School, compartió aptitudes que deben poseer los directivos de negocios para hacerle frente a los retos de la actualidad y el futuro. Lo anterior durante un webinar presentado por ERIAC Capital Humano.
En primer lugar, mencionó los drivers de disrupción y cambio según el estudio Future Work Skills 2020 de la Universidad de Phoenix. Uno de ellos es el relacionado con las máquinas con inteligencia superior progresiva: inteligencia artificial, machine learning, robótica avanzada, internet of things y realidad virtual o aumentada. Otro, es el mundo computarizado; este provee la posibilidad de que toda la información que se genera en la sociedad y empresas se pueda procesar de manera más eficiente; lo cual, aumenta la capacidad de prever, analizar y predecir el futuro a través de algoritmos.
Además, añadió que los ecosistemas de medios digitales han brindado una nueva manera de hacer negocio y relacionarse con los clientes. Resaltó que las organizaciones superestructuradas traen consigo que las fronteras de las empresas se adelgacen; por lo tanto, se presenta una colaboración, tanto entre ellas como hacia la sociedad. “Los sistemas de desarrollo e innovación que antes se daban al interior de las compañías, ahora se manejan de manera abierta”, mencionó.
Para que las empresas puedan subsistir, es necesario adoptar habilidades que respondan a los drivers antes expuestos; como primera habilidad, Eric Porras destacó la gestión de la carga cognitiva que involucran. Además, señaló que la competencia intercultural es necesaria para entender cómo piensa el otro y, de esa manera, sacar el mayor provecho de las colaboraciones que se establezcan.
“No podemos pensar que un mundo interconectado y cada vez más globalizado no pueda tener personas y líderes que tengan competencias sociales e interculturales más avanzadas. A veces, pensamos que vivimos en un país o región de un cierto tipo de creencias o pensamientos: realmente, no es así”, expuso.
Por otro lado, resaltó la importancia de tener una mentalidad de diseño en la que la innovación y el cambio estén presentes. Es decir, “el diseño pensado como una mentalidad. Idear cómo resolver problemas a partir de pensar fuera de la caja: innovar y considerar soluciones traídas de otros contextos”.
Dentro de las habilidades relacionadas con el pensamiento se encuentra, también, la visión estructurada y holística de lo que sucede; que se asimile a un algoritmo cuando, como líder, se analice la información y datos.
No obstante, recalcó que se debe tener inteligencia social. “Pensar en números y en procesos estandarizados no es suficiente. Tenemos que avanzar hacia una inteligencia donde entendamos perfectamente las relaciones interpersonales y cómo impactan a las colaboraciones comerciales”, concluyó.
