Las nuevas tendencias en el mercado demandan que las empresas realicen ajustes que permitan mejorar su competitividad y, en este sentido, el diseño de envases y embalajes puede contribuir a lograr ese objetivo. La elección adecuada de un empaque, envase o embalaje eficiente es considerada como una ventaja competitiva.
Es así que si se piensa que no contar con un diseño adecuado de empaque para un producto no influirá de manera negativa en la competitividad, es un error.
Aleisa María Martínez Peralta, gerente de proyectos del Centro ABRE, localizado en Monterrey, Nuevo León, comentó que esto infuye, pues cuando no se tiene un empaque bien diseñado, se pueden tener o generar tiempos muertos, ya sea en el armado o en el propio proceso de producción; además, permite que el producto llegue en óptimas condiciones al consumidor final.
El que las empresas cuenten con un área especializada en empaque y envase es un nicho de oportunidad.
La gerente destacó que que hoy en día se están viendo cada vez más clientes interesados en algún proyecto de evaluación de sus empaques. Al mismo tiempo, la incursión de nuevas cadenas de suministro, como el e-commerce, han llevado a las empresas a tener personal especializado en ese rubro.
“Esta es un área de oportunidad para las compañías. Actualmente, en muchas de ellas quien toma la decisión de qué tipo de empaque utilizar es el área de desarrollo de producuto, aunque no precisamente signifique que sepan cómo enviarlo o transportarlo, ni qué tipo de empaque sería el mejor para el producto”, refirió.
El Centro ABRE busca poder abarcar el mayor nivel posible de sectores industriales, y brindar una capacitación continua.
RETOS Y TENDENCIAS
Algunos retos actualmente tienen que ver con la homologación de empaques y la migración o ajuste del diseño actual para que sea apto, tanto en una cadena de suministro actual (envíos en tarima), como para el e-commerce; es decir, que el mismo diseño sirva para ambas cadenas.
En cuanto a las tendencias, destaca el tema del ecodiseño o empaque sustentable. Cerca del 50% del portafolio de proyectos abiertos van dirigidos a tener un análisis como ciclo de vida, para poder tomar una decisión de qué propuesta elegir.
“Las empresas se muestran interesadas por evaluar las emisiones de CO2, el impacto ambietal y la huella de carbono”, expuso Martínez.
Aseveró que el ecodiseño es fundamental y “sí o sí se va a quedar”, pues cada vez la sociedad está más comprometida en generar el menor impacto en el medio ambiente.
La implementación de tecnología como tendencia en este sector de empaques y envases juega un papel indispensable y retador; se han tratado de implementar equipos como el eye tracking, que permite el mapeo de información de los clientes de manera directa. “Este proyecto nos sirve para diseño de empaque primario, branding o etiquetado. Cuando se implementa este tipo de tecnología se identifica lo que más llama la atención de un consumidor en los primeros segundos de visualización, obteniendo así información clave a nivel visual”, detalló Aleisa.
EMPAQUES A PRUEBA
¿Alguna vez consideraron la importancia de tener que someter a prueba los empaques? Si la respuesta es no, es probable que que deban cambiar de opinión. Es necesario revisar su integridad, el desempeño, la resistencia a las caídas o impactos; así como saber por lo que pasa un empaque dentro de un almacén o al interior de un transporte, ya sea tráiler, avión o barco.
Otro aspecto a considerar es la vibración que expermentará en el trayecto a su destino, e incluso, tomar en cuenta el clima: si es muy frío, muy caliente o húmedo.
Para ello, el Laboratorio de Empaque: Envase y Embalaje (LabE3), único en su tipo, está localizado en Silao, Guanajuato, dentro del complejo industrial Guanajuato Puerto Interior. Aquí se realizan pruebas mediante la simulación de transporte terrestre, aéreo y marítimo.
“Todas las pruebas se pueden realizar de manera aislada cuando buscamos replicar alguna condición o de manera conjunta en protocolos internacionales de la Asociación Internacional de Tránsito Seguro (ISTA) y la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM) para buscar una certificación del embalaje”, mencionó Estefanía Ortiz Domínguez, responsable de LabE3.
Este sector enfrenta de manera constante diversos retos que van desde los cambios o adaptaciones a los sistemas de empaque o las nuevas demandas de los clientes.
Explicó, por ejemplo, que en la industria automotriz los vehículos son modificados o rediseñados en su totalidad o alguna de sus partes. Mencionó que este sector es “noble” en el aspecto de la conciencia que tienen al saber la necesidad de contar con este tipo de embalajes.
“Debemos saber cómo optimizar los soportes, cambiar el acomodo de la pieza y este es el gran reto para los diseñadores de empaque. Para esto es el laboratorio, para dar certeza al fabricante y al diseñador de que la optimización y nueva distribución del producto en el empaque van a funcionar en la cadena de suministro”, expresó.
Describió que algunas de las problemáticas, las más comunes a las que se enfrentan las empresas, por ejemplo, tienen que ver con una situación que se presenta recientemente, y es que la escasez de papel a nivel mundial. Esto hace que los ingenieros de empaque tengan que rediseñar con materiales que sí están disponibles y, al ser nuevos, el desempeño es diferente al que ya se tenía conocido.
Es por eso que los niveles de competitividad actuales obligan a las empresas a intentar unir los beneficios que brinda un buen diseño de empaque, envase o embalaje cada vez más perfecto. Es vital recordar que la propia naturaleza del envase o empaque debe satisfacer las necesidades comerciales, logísticas, medioambientales y costos de las empresas.