Son varias las características de Ciudad Juárez que hacen de la región un punto estratégico para la industria. Su cercanía con Estados Unidos (y las ventajas logísticas que ello conlleva), su fuerza laboral, así como los beneficios fiscales y económicos para estimular la inversión hacen que compañías con presencia internacional vean en esta frontera una excelente opción para llevar a cabo sus actividades productivas.
Sin embargo, aunque estas cuenten con marcas consolidadas, con procesos industriales optimizados y con certificaciones importantes en materia de calidad, procesos y protección ambiental, muchas se enfrentan a un problema importante: la alta rotación de personal.
Es fundamental que los gerentes en conjunto con el departamento de recursos humanos redoblen esfuerzos ante los vertiginosos cambios que se han presentado en el sector industrial. La percepción de los seres humanos como un “recurso” da la impresión de cosificación, y no comunica reciprocidad. Por ello, algunas compañías han optado por cambiar el nombre del departamento a “Capital Humano”, “Gestión de Talento” u otros similares, que humanicen la relación con los colaboradores.
Es necesario revisar constantemente los procedimientos de planificación de personal, análisis y descripción de puestos, reclutamiento, selección y contratación de personal, así como su adecuada inducción y capacitación, independientemente de la experiencia del colaborador, para cerciorarse de que se cumple el principio básico de cualquier gestión de personal que indica: “El hombre adecuado para el puesto adecuado”.
Debemos percibir la capacitación y el desarrollo como una inversión, definir y comunicar los criterios de evaluación de desempeño, retribuir al personal sobresaliente, estimular en todo momento la mejora continua, brindar un entorno seguro en todos los aspectos para el colaborador, reconocer la importancia de la motivación, hacer ‘benchmarking’ de las mejores prácticas de gestión de talento y desarrollar estrategias de ‘employer branding’.
Dejemos de percibir a los colaboradores como un instrumento, reconozcamos la gran importancia que tienen en los procesos empresariales y seguramente contaremos con aliados leales que ayudarán a elevar la competitividad de nuestra organización.
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