Las pruebas de la vacuna QUIVAX 17.4, que desarrolla de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), avanzan con éxito. A decir de Teresa García Gasca, rectora del Alma Máter queretana, las pruebas efectuadas en animales de experimentación, así como en cabras, ovejas y cerdos, han reportado títulos de anticuerpos de 1 en 2 millones, “muy por encima de los niveles regulares de productos similares”.
García Gasca indicó que la plataforma de la vacuna de la UAQ es una proteína quimérica recombinante, armada por el equipo de trabajo universitario liderado por Juan Joel Mosqueda Gualito, la cual toma como molde la proteína del virus SARS CoV-2 (causante del Covid-19) y a partir de ella se diseñan seis péptidos.
La rectora explicó que este desarrollo es diferente a otras vacunas, las cuales replican el total de la proteína, o de las vacunas de ADN o ARN, que pretenden que las células produzcan toda la espícula del patógeno.
“Es una plataforma en la que el Dr. Mosqueda Gualito ha trabajado por más de 20 años. Es un trabajo original, muy bien fundamentado. En ese sentido, nuestra proteína es única en el mundo. Cada uno de los péptidos se alinean en una secuencia que no tiene nada que ver con la proteína original. Después, lo que se hizo es repetir el alineamiento para darle más potencia a la proteína quimérica. La idea es que cada péptido genere su propia cantidad de anticuerpos, que cada péptido despierte la respuesta inmune del organismo de forma individual, lo que potencia el efecto de la vacuna”, señaló la rectora.
“En animales que no recibieron vacuna, podemos ver que ninguno levanta el título de anticuerpos. Pero después vemos las tres dosis: 30, 60 y 100 microgramos y vemos que para cinco péptidos tenemos un aumento de anticuerpos muy importante, cada péptido por sí mismo genera su propia respuesta en anticuerpos y esto es muy importante, porque quiere decir que la respuesta inmunológica va a ser más potente, más poderosa. Los resultados de nuestros experimentos en animales: cabras, ovejas y cerdos, vemos que éstos no presentan síntomas adversos, nada que genere preocupación; pero sí presentan muy altos títulos de anticuerpos, una respuesta de 2 millones de veces por unidad”, añadió.
Teresa García dijo que se han revisado secuencias de las variantes del virus SARS CoV-2 de otras latitudes del mundo y han encontrado que los péptidos identificados en la plataforma de la UAQ son prácticamente idénticos, por lo que la vacuna QUIVAX 17.4 podría ser eficaz contra estas variedades también.
BUSCAN APOYOS
A pesar del éxito del desarrollo, García Gasca manifestó que no tienen suficientes recursos económicos para continuar con el trabajo de investigación, pues es necesario, dijo, seguir con las pruebas de seguridad y de desafío con el virus activo en laboratorios certificados, ubicados en el extranjero, ya que en México no se cuenta con técnicas montadas para ello.
“Dada la poca respuesta que hay por parte de las autoridades en general, estamos tocando puertas de empresarios y realizaremos, en breve, un evento en la Universidad para conseguir más recursos”, adelantó.
Hasta el momento se han invertido 3.3 millones de pesos (mdp) de capital semilla, proporcionados por la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través del convenio con el AMEXCID; 1.5 mdp de recursos propios de la Universidad; y 2.9 mdp de donativos de la iniciativa privada; además de la donación, por parte de la empresa Detección Molecular y Asesoría Analítica, de un biorreactor con un costo aproximado de 700,000 pesos.
La rectora de la UAQ indicó que se necesitarían aproximadamente 20 millones de pesos para llegar a la fase III del proyecto.
Para lograr parte de estos recursos, la Universidad queretana organizará el “Vacunatón”, que se celebrará el próximo 27 de marzo. Se trata de un maratón artístico, en modalidad virtual, transmitido por los medios universitarios y las redes sociales.
Durante el evento se pondrá, a disposición de la población y la iniciativa privada, una cuenta de banco y líneas telefónicas para aportaciones. Además, se organizará un “boteo” en plazas comerciales y puntos neurálgicos de la zona metropolitana de Querétaro, así como en los campus regionales de la UAQ.