De acuerdo con la Agencia Internacional de las Energías Renovables, el país tiene una de las mejores ubicaciones geográficas con potencial solar para su generación, lo mismo que la energía eólica. El potencial de ambos tipos tiene una capacidad de generar hasta 60 gigawatts (GW).
Erick Sánchez Salas, director asociado de desarrollo de negocios para la división de Energía de IHS Markit dijo que México podría posicionarse como destino de desarrollo de energías renovables, así como de captura de carbono. Agregó que países y empresas que no tienen las mismas condiciones geográficas de México podrían encontrar aquí una nueva economía de bonos de carbón.
“De lograrse, se generaría una derrama económica relevante, un mayor número de empleos y un incremento en la base de contribuyentes para el país. México se convertiría en un destino para proyectos con demanda creciente, al construir una economía que genera energía con procesos más sustentables”, argumentó.
Sobre los commodities en general, el experto comentó que basta ver lo ocurrido en junio de este año, cuando algunos de estos borraron las ganancias que habían acumulado durante todo el 2020. La soya, madera y algunos otros granos regresaron hasta 22% sobre una ganancia acumulada durante 2020 del 20 por ciento.
En el caso de los commodities energéticos, mencionó que es importante desagregarlos, pues se tiene como materia prima primordial al crudo y además se cuenta con el gas natural y los petrolíferos como la gasolina, diésel y el gas LP, respondiendo a distintas dinámicas del mercado entre sí.
De acuerdo con el analista, previo a la pandemia por el coronavirus ya existía un ambiente que estaba marcado por la sobreoferta y la sobreproducción, que posteriormente se derivaron en disputas entre los tres principales productores en el mercado tanto de crudo como de gas natural.
El directivo de IHS Markit dijo que México podría posicionarse como destino de desarrollo de energías renovables, así como de captura de carbono. Agregó que países y empresas que no tienen las mismas condiciones geográficas de México podrían encontrar aquí una nueva economía de bonos de carbón.