Ocasionalmente, una planta de manufactura se convierte en un caso de estudio para la ley de Murphy. Cualquier cosa que puede salir mal, sale mal, incluso en empresas bien administradas. Como resultado, termina perdiendo los objetivos mensuales financieros y de producción por un amplio margen. Cada mes que pasa, la planta se atrasa más y más.
Para detener la pérdida financiera, los líderes de la empresa deben reconocer que no es probable que la situación se solucione pronto con los planes de acción correctivos existentes. Darle la vuelta a un bajo y crónico desempeño requiere atención extra en la administración y en recursos adicionales.
Las cuatro fases para el proceso de recuperación ante una crisis
TBM Consulting Group describe el proceso de recuperación de crisis en cuatro fases, dentro de un plazo de tres a cuatro meses, para recuperar los niveles de desempeño de una planta de manufactura hasta donde deberían estar.
Fase 1 – Evaluación y preparación.
Los objetivos del proceso de recuperación de una crisis en la planta son sencillos:
- Identificar las causas de las fallas
- Estabilizar la situación
- Implementar contramedidas duraderas, y
- Establecer las prácticas de trabajo y los comportamientos de gestión que sostendrán los nuevos niveles de rendimiento.
Durante la fase de evaluación, se establecen indicadores de proyecto clave y “medidas de éxito”. Los indicadores operacionales típicos incluyen la eficiencia del equipo operativo, los costos de mano de obra y producción por hora. Las medidas de éxito deben acordarse para que todos sepan que se está progresando.
Fase 2 – Estabilización, detener la pérdida.
Como parte de su mandato, el equipo de diagnóstico cuantifica las oportunidades de mejora. Ellos priorizan los proyectos potenciales según la dificultad, el tiempo requerido para implementar y anticipan el impacto en costos y márgenes. La primera directiva es estabilizar la situación actual y hacer lo que sea necesario para satisfacer las expectativas de los clientes y cumplir con los pedidos.
El liderazgo debe tomar medidas inmediatas para reemplazar o mover a las personas a diferentes roles. En la mayoría de los casos, los cambios de personal agregarán tiempo de ejecución.
Fase 3 – Recuperación y Mejora: Continuar ejecutando el plan.
La fase de recuperación es cuando se abordan las causas principales de los problemas de desempeño en la planta. Muchos fabricantes responden habitualmente a los problemas de una manera reaccionaria. Después de que han contenido un problema, cuando los clientes o la oficina corporativa han dejado de gritarles, nadie da los siguientes pasos para evitar futuros problemas. Esta es una de las razones por las que las plantas de manufactura terminan en una crisis explosiva.
En la fase inicial de estabilización de una situación de crisis, la participación de los empleados, la educación y el desarrollo no son los objetivos primarios. Aunque tu gente seguramente aprenderá de la experiencia. El énfasis está en arreglar los puntos de dolor principales de la planta.
Fase 4 - Mantenimiento: Documentar los nuevos procedimientos de trabajo e insertar la disciplina en el proceso
En esta etapa del proceso de recuperación, el proceso de gobierno corporativo y el sistema de administración deben implementarse y funcionar plenamente. Los elementos clave del nuevo sistema de administración pueden incluir: caminatas diarias, trabajo estándar principal, entrenamiento de kata, caminatas Gemba, auditorías en capas y administración de anomalías.
Las auditorías regulares y el entrenamiento aseguran disciplina y consistencia. Las evaluaciones formales se pueden usar para calificar a cada gerente y área de negocio según el grado en el que estén usando y desarrollando las prácticas deseadas
Selección adecuada del equipo de recuperación
Para dar vuelta rápidamente a una operación difícil, requiere personal. No hay forma de evitar ese hecho. Independientemente de si se utilizan recursos internos o externos, se debe formar un equipo con la experiencia necesaria (ingeniería, programación, producción, calidad, montaje, mantenimiento, distribución, etc.) y que también sean adaptables, así como contar con un analista financiero y un gerente de proyecto para el cumplimiento de plazos.
En una situación de cambio rápido, el objetivo inmediato es lograr que las personas trabajen en las cosas correctas todos los días. El cambio cultural puede llegar más tarde. Por supuesto, cuando las personas se enfocan y exhiben los comportamientos correctos, eventualmente cambiará la cultura.
