Las implicaciones del T-MEC en la industria automotriz y manufacturera

Guanajuato
Teresa González.
Agosto 2020
Teresa González, asociado de Comercio Global en EY México
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Luego de un largo proceso de negociación y algunos ajustes de última hora, el pasado 1 de julio entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), mismo que sustituye al TLCAN que estuvo en vigor por más de 25 años. La implementación del nuevo tratado representa grandes retos para la industria manufacturera, pero sobre todo, para el sector automotriz y de autopartes.

Para quienes ejercen el comercio exterior, es de gran utilidad entender que ambos acuerdos comerciales representan a diversas regiones, aún y cuando el T-MEC esté integrado por los mismos países; las condiciones comerciales negociadas hace 25 años son completamente diferentes a las que se aplican a partir del 1 de julio. El endurecimiento de diversas disposiciones deriva en la imposibilidad de aplicar los beneficios arancelarios que proporcionaba el TLCAN.

Específicamente para la industria automotriz y autopartes de Guanajuato, se deben tomar acciones inmediatas que enfrenten la ausencia de un periodo de transición, esto representa una posible implementación onerosa, dado que se perdió de un día a otro la posibilidad de aplicar beneficios arancelarios a mercancías en tránsito o bien, para aquellos productos terminados que se quedaron detenidos en los almacenes por la emergencia sanitaria que actualmente vivimos; las primeras, impactarán a la importación en México y los segundos, a los clientes ubicados en Estados Unidos o Canadá.

Adicionalmente, hay operaciones aduaneras que podrían verse afectadas y que dependiendo la naturaleza y actividad de cada empresa vale la pena revisar; por mencionar algunas tenemos: rectificaciones, cambios de régimen, pedimentos complementarios, ajustes anuales, constancia de transferencia de mercancías, retornos de bienes reparados en la región TLCAN, mensajería, etre otros.

Así mismo, un tema que resultará complicado es la certificación de origen, la cual, se realiza ahora con campos mínimos y no sobre la base de un formato como solíamos hacerlo en anteriormente, esta nueva forma de certificación implicará la elaboración de análisis de origen urgentes, en donde deberemos incorporar dentro de las variables de círculo, el destino y uso de nuestro producto en el siguiente eslabón de la cadena productiva, es decir, necesitamos saber en dónde incorpora nuestro cliente, la pieza que le vendemos.

Lo anterior, abre grandes posibilidades para las empresas de autopartes, quienes no únicamente manufacturan piezas para ser integradas o ensambladas en la línea de producción de un vehículo, sino que, algunas de éstas son destinadas para el mercado de refacciones o aftermarket; las últimas, podrán acceder a beneficios arancelarios al cumplir reglas menos complejas en comparación a las destinadas al ensamble de vehículos.

Existen entonces, gran cantidad de actividades a ejecutar en los siguientes días, sin perder de vista que T-MEC considera diversas instancias para la calificación de origen que son aplicables no solo a la industria automotriz o de autopartes. Éstas, proporcionan alternativas de análisis, cálculos y procesos, sin llegar al temido cambio en las cadenas de suministro actuales y que, al cumplirse, permitirán acceder a los beneficios arancelarios previstos en el nuevo tratado comercial.

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TERESA GONZÁLEZ
Associate Partner Global Trade EY México
Teresa.Gonzalez@mx.ey.com
(442) 226 50 38