Font size:
Imprimir
Marcos P. Sepúlveda Valencia inició su carrera productiva muy joven. A los 11 años ingresó a una empresa dedicada a fabricar resistencias eléctricas para clientes de la industria plástica.
Dos años más tarde, laboró en el almacén de una compañía que vendía accesorios para máquinas e importaba chucks manuales desde España. Los productos llegaban vía marítima, por lo que llegaban algo oxidados. El trabajo de Sepúlveda Valencia consistía en desarmarlos, limpiarlos y dejarlos como nuevos; esto le permitió conocer qué productos vendían, quién y cada cuándo los compraban, así como sus funciones y otras características.
Estas y más experiencias laborales le dieron herramientas que lo impulsaron a convertirse en gerente general de SCHUNK Intec México, de las cuales dio detalles en entrevista.
EXPERIENCIA
Una de las lecciones que más grabadas se han quedado en la memoria de Marcos Sepúlveda la vivió a la edad de 15 años.
En aquel entonces, recordó, “trabajaba en esta empresa que vendía accesorios de herramientas. Hubo un problema con un chuck y me enviaron a apoyar al cliente. Recuerdo mucho la primera impresión del cliente cuando me recibió; me inspeccionó de pies a cabeza. Enojado, llamó a buscar al dueño para decirle que él tenía un problema con su máquina y le habían enviado a un ‘chamaco’”.
La juventud de Sepúlveda no estaba peleada con su capacidad e incluso experiencia. Aquel cliente pronto descubriría las habilidades de su joven servidor.
“Terminé y le dije al gerente que ya había quedado, pero él molesto me dice: ¡¿Cómo que ya funciona!? Se pone de pie, va a la máquina, revisa y efectivamente, ya funcionaba”.
El novel técnico pronto entendió que debía ser paciente y esperar a que el cliente reconociera sus competencias y su background.
“Lo que les daba de asesoría tenía un peso de por medio, tenía una razón de ser y había un aprendizaje detrás. Esa curiosidad que yo tuve por aprender me llevó y me abrió las puertas”, sostuvo el entrevistado.
SCHUNK
En septiembre del año 2000, Marcos recibió una llamada del presidente de SCHUNK en EE.UU.
“Minutos habrán transcurrido cuando recibo la pregunta cuya respuesta me ha traído hasta aquí: ¿Te interesaría trabajar para nosotros? - Sí, pero qué ofrecen, respondí - ¿Te interesaría trabajar para SCHUNK, sí o no?, respondieron”. A pesar de lo abrupto de la propuesta, Sepúlveda apostó por la compañía e inició su historia en ella como ingeniero de soporte para desarrollar el mercado mexicano.
Al principio fue duro, recordó, pero “poco a poco más clientes fueron abriéndome las puertas, no sin un gran trabajo y esfuerzo de por medio”.
Para 2006, cuando SCHUNK decidió abrir una sucursal en México, Marcos seguía figurando en los planes.
“La familia SCHUNK confío en mí y finalmente, en 2006, se constituye y se empieza a buscar a la primera empleada en México. Ella tuvo que confiar en mí, a la vez, pues la primera entrevista que le hice fue en la sala de mi casa. Es curioso como todos los empleados de SCHUNK han tenido que dar un salto, yo tuve que dar un salto cuando decidí por SCHUNK, un salto de fe, tal vez”, el cual, reflexionó el ahora director, rindió buenos frutos.
+INFO
Nombre: Marcos P. Sepúlveda Valencia
Edad: 51 años
Fecha de ingreso a la empresa: 2000
Cargo inicial: Ingeniero de Soporte
Cargo actual: Director General
Dos años más tarde, laboró en el almacén de una compañía que vendía accesorios para máquinas e importaba chucks manuales desde España. Los productos llegaban vía marítima, por lo que llegaban algo oxidados. El trabajo de Sepúlveda Valencia consistía en desarmarlos, limpiarlos y dejarlos como nuevos; esto le permitió conocer qué productos vendían, quién y cada cuándo los compraban, así como sus funciones y otras características.
Estas y más experiencias laborales le dieron herramientas que lo impulsaron a convertirse en gerente general de SCHUNK Intec México, de las cuales dio detalles en entrevista.
EXPERIENCIA
Una de las lecciones que más grabadas se han quedado en la memoria de Marcos Sepúlveda la vivió a la edad de 15 años.
En aquel entonces, recordó, “trabajaba en esta empresa que vendía accesorios de herramientas. Hubo un problema con un chuck y me enviaron a apoyar al cliente. Recuerdo mucho la primera impresión del cliente cuando me recibió; me inspeccionó de pies a cabeza. Enojado, llamó a buscar al dueño para decirle que él tenía un problema con su máquina y le habían enviado a un ‘chamaco’”.
La juventud de Sepúlveda no estaba peleada con su capacidad e incluso experiencia. Aquel cliente pronto descubriría las habilidades de su joven servidor.
“Terminé y le dije al gerente que ya había quedado, pero él molesto me dice: ¡¿Cómo que ya funciona!? Se pone de pie, va a la máquina, revisa y efectivamente, ya funcionaba”.
El novel técnico pronto entendió que debía ser paciente y esperar a que el cliente reconociera sus competencias y su background.
“Lo que les daba de asesoría tenía un peso de por medio, tenía una razón de ser y había un aprendizaje detrás. Esa curiosidad que yo tuve por aprender me llevó y me abrió las puertas”, sostuvo el entrevistado.
SCHUNK
En septiembre del año 2000, Marcos recibió una llamada del presidente de SCHUNK en EE.UU.
“Minutos habrán transcurrido cuando recibo la pregunta cuya respuesta me ha traído hasta aquí: ¿Te interesaría trabajar para nosotros? - Sí, pero qué ofrecen, respondí - ¿Te interesaría trabajar para SCHUNK, sí o no?, respondieron”. A pesar de lo abrupto de la propuesta, Sepúlveda apostó por la compañía e inició su historia en ella como ingeniero de soporte para desarrollar el mercado mexicano.
Al principio fue duro, recordó, pero “poco a poco más clientes fueron abriéndome las puertas, no sin un gran trabajo y esfuerzo de por medio”.
Para 2006, cuando SCHUNK decidió abrir una sucursal en México, Marcos seguía figurando en los planes.
“La familia SCHUNK confío en mí y finalmente, en 2006, se constituye y se empieza a buscar a la primera empleada en México. Ella tuvo que confiar en mí, a la vez, pues la primera entrevista que le hice fue en la sala de mi casa. Es curioso como todos los empleados de SCHUNK han tenido que dar un salto, yo tuve que dar un salto cuando decidí por SCHUNK, un salto de fe, tal vez”, el cual, reflexionó el ahora director, rindió buenos frutos.
+INFO
Nombre: Marcos P. Sepúlveda Valencia
Edad: 51 años
Fecha de ingreso a la empresa: 2000
Cargo inicial: Ingeniero de Soporte
Cargo actual: Director General