Bernardo Javier Ortiz Ayala es originario de San Luis Potosí, sin embargo, se crió en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, en donde egresó como ingeniero mecánico administrador por la Universidad Regiomontana.
A sus 47 años de edad se desempeña como gerente de la planta GHSP en Saltillo, Coahuila, tiene a su cargo a cinco personas de manera directa y 200 de forma indirecta.
Sus actividades consisten en supervisar el desempeño de la compañía a nivel general, tanto en temas de seguridad, calidad, entregas a tiempo, inventarios, y productividad.
El directivo compartió los retos que implica motivar a su equipo de trabajo, ya que le gusta sostener al menos una reunión por mes con ellos, en donde trata sus propósitos profesionales para encontrar el modo de ayudarlos a cumplirlos.
“Tengo el objetivo de convertir a la fábrica de Saltillo en la mejor de todas a nivel mundial, por eso priorizo el explotar el potencial de los colaboradores para poder mejorar en todas las áreas”, refirió.
Es consciente de que, para llegar a esa meta, debe de mejorar todas las áreas de la empresa, sobre todo la entrega de los productos en el menor tiempo posible, sin dejar de lado la calidad y siempre con el mejor precio mediante la eliminación de desperdicios en toda la cadena de valor.
UNA DESTACADA TRAYECTORIA
Su carrera profesional inició como practicante en Robert Bosch, mostrando sus cualidades que le ayudaron a ir escalando posiciones en la organización, ya que pasó por los puestos de gerente de manufactura e ingeniería, gerente de mejora continua, director de logística, entre otros.
En ese periodo tuvo tres asignaciones internacionales, una de ellas fue en Cardiff, Gales, para aprender sobre el proceso de ensamble regulador; otra fue en Núremberg, Alemania, que le brindó la oportunidad de desarrollar el proyecto de ensamble de válvulas para el control de presión de los alternadores.
“Después tuve la oportunidad de estar en Aranjuez, España, ahí fui responsable de manufactura e ingeniería del departamento de partes eléctricas, de modo que fabricaba los portaescobillas que se usaban en el proceso del regulador electrónico para los alternadores”.
Con esa experiencia, se le presentó la oportunidad de ser el gerente regional de Aptiv, en el área de ingeniería de manufactura de los procesos de ensamble, ahí consistían sus actividades en supervisar la industrialización de todos los procesos de ensamble.
Ortiz Ayala destacó que sus principales cualidades han sido impulsar el desarrollo de sus trabajadores y trazar los objetivos de una manera clara para evitar contratiempos.
“Me gusta ser transparente y hablar siempre con la verdad. Me gusta ser honesto en cada situación que se presenta, tener equidad en el trato a los demás y respetar el trabajo de los demás para que se sientan valorados”, subrayó.
Concluyó que la cultura organizacional de GHSP es una práctica que beneficia al desarrollo de los trabajadores, ya que están al pendiente de sus situaciones personales y laborales, lo que les otorga una ventaja para anticipar alguna situación comprometida y apoyarlos en alcanzar una solución.