Líder en América del Norte, desde 1982, Ramsa exporta piezas de fundición a los EE.UU. y Canadá, y hoy en día han llegado a Europa y Sudamérica.
Sus productos son fabricados a través de los procesos de moldeo en arena, cera perdida, cerámico, shell, maquinados y producción de modelos.
En la actualidad es la empresa en fundición de acero más completa en México, cuentan con el área de ingeniería, diseño y modelado, tienda de patrones CNC, laboratorio metalúrgico, entre otros; además, están certificados en ISO 9001:2015, con la PED 97/23, 2000 dC y con el Cumplimiento NORSOK M-650.
Guillermo Pizzuto McGee, director general de Ramsa, externó que el 70% de la manufactura son recipientes a presión y su producto estrella son las válvulas industriales, estas pueden ser utilizadas para la industria petroquímica, química, farmacéutica y alimenticia, así como, de control de combustibles.
Uno de sus mercados más importantes es la producción de piezas para sistemas de transporte ligero de personas como son los tranvías para la ciudad de Toronto, Canadá; además para el metro de Nueva York, el metro y tren de San Francisco.
La compañía cuenta con tres plantas: Moldeo en arena, Moldeo de
inversión (cera perdida) y Maquinados en donde destacan los siguientes procesos:
- Proceso de moldeo en arena: el grueso de la producción se hace en esta planta; reciben el requerimiento del modelo solicitado por el cliente, construyen el modelo con materiales suaves en caso de no contar con él, ya sea madera o resina. En el área de ingeniería se lleva a cabo el cálculo de los requerimientos de fundición, el modelo pasa al sistema de llenado y de moldeo para que puedan hacer moldes en arena de la pieza y, así reproducirlos y poderlos llenar con acero.
- Proceso de inversión (cera perdida): se inyecta una pieza en cera y se llena en lodos cerámicos, se baña en siete capas y una vez que está completamente seca se voltea con un poco de calor, se derrite y adentro queda la impresión de la pieza, proceso al cual le llaman fundición a la cera perdida. En la concha cerámica vacían el metal, que lo convierta en un proceso más preciso.
La empresa de capital potosino ha sido de suma importancia en la historia del sector industrial de San Luis Potosí, siendo un semillero de profesionistas en la materia, ya que en el pasado no había laboratorios en la Universidad Autónoma de San Luis potosí y los alumnos hacían sus prácticas de tratamiento térmico y fundición en Ramsa.
Además, es un polo de desarrollo, por lo que a sus colaboradores les brindan la oportunidad de estudiar y conseguir sus certificados en primaria, secundaria y preparatoria.
Para los directivos de la compañía, la mano de obra mexicana es la ideal para este tipo de industria de fundición, debido a que la gente tiene un alto grado de innovación y dedicación, lo que es importante para su empresa.