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UNAM Juriquilla pone su tecnología espacial al servicio de la industria

Víctor Vázquez.
Septiembre 01, 2020

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El Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz (LNIEA) trabaja con la industria para desarrollar y examinar proyectos de diversas compañías adheridas a dichos sectores. 

 

Este espacio, perteneciente a la Unidad de Alta Tecnología (UAT) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Campus Juriquilla, cuenta con diversos laboratorios, que cubren, entre otras, las áreas de: Mecatrónica, Dinámica Vehicular, Plásticos, Sistemas Automotrices, HILL & SILL, Vibraciones, Control Satelital, Termo-vacío, Compatibilidad Electromagnética, CAD/CAM/CAE, Sistemas Embebidos y Sistemas Espaciales.

 

Carlos Romo Fuentes, investigador de la UAT, aseguró que la oferta antes enumerada les ha permitido establecer convenios de colaboración, a través de proyectos de desarrollo tecnológico, con diferentes compañías de Querétaro, Jalisco y Ciudad de México.

 

“Hemos aprovechado las capacidades de este laboratorio para poder acercarnos con la industria, no solo del ramo aeroespacial, también del automotriz, que han solicitado servicios. Ahí compartimos las metodologías, los procedimientos, conocimiento que vamos desarrollando en el laboratorio para complementar las capacidades de las industrias, que no tienen esta infraestructura, o que bien, no se dan abasto con la que tienen”.

 

El ingeniero en Telecomunicaciones subrayó las aportaciones en materia regulatoria que ha hecho el LNIEA a nivel nacional, respecto a normativas y estándares de sistemas aeroespaciales. Además, el personal está capacitado y certificado en operaciones específicas, al igual que el laboratorio, lo que brinda certeza a empresas de los sectores automotriz y aeronáutico, que requieren de estos respaldos. 

 

Asimismo, las instalaciones del Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz son las únicas en el país que cuentan con la última tecnología para la precertificación espacial.

 

“Y qué mejor que en el estado de Querétaro se tenga este ecosistema, donde se entiende claramente cuáles son los requerimientos que debe cumplir el desarrollo de un proyecto, el mismo producto su certificación, para poder ser transportado de un punto a otro.

 

“Si bien ahorita cuenta con capacidades de precertificación, se está proyectando que el laboratorio pueda ofrecer las certificaciones en naves espaciales. […] En Latinoamérica somos la única institución que tenemos, bajo un mismo techo, todos estos laboratorios. Si bien agencias espaciales como la brasileña o la argentina, cuentan con ellas, no tienen esta dirección académica, como la tenemos nosotros, donde buscamos, no ser proveedores, sino socios tecnológicos”, apuntó Jorge Ferrer-Pérez, profesor de la UAT.

 

AEROESPACIAL

La UAT-UNAM se encuentra desarrollando el proyecto K´oto (chapulín, en idioma otomí). Se trata de un nanosatélite que tomará imágenes del territorio nacional desde el espacio.

 

Rafael Guadalupe Chávez Moreno, investigador del proyecto, explicó que K’oto consiste en el desarrollo de un nanosatélite con paneles plegables, cuya dimensión es de 10 centímetros por lado y 1.3 kilogramos de peso.

 

Antes de su lanzamiento al espacio, previsto para 2021, se llevarán a cabo diversos experimentos de resistencia y revisión de condiciones, los cuales se realizarán a través de una alianza estratégica con la Universidad de Kyutech, en Japón, para implementar pruebas de certificación espacial.

 

De igual forma, utilizarán la cámara anecoica del LNIEA, en la que realizarán pruebas de comunicación en un ambiente controlado en la tierra. 

 

“La idea es que todos los laboratorios estén visualizados y proyectados para poder dar servicio a iniciativas de investigación, como este proyecto de K’oto, en el que es necesario poder cumplir con ciertas regulaciones”.

 

Chávez Moreno destacó que uno de los objetivos del proyecto es impulsar la investigación y desarrollo del sector aeroespacial mexicano, y avanzar en la soberanía tecnológica del mismo.

 

El desarrollo del nanosatélite cuenta con una inversión de 5 millones 960 mil pesos provenientes del Programa Estatal para el Desarrollo de Tecnología e Innovación, que administra la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro. 


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