La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comenzará a impartir la Ingeniería Aeroespacial este año, a través de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Juriquilla, en Querétaro.
“La carrera ya lleva tres años en Ciudad Universitaria. Fue propuesta en el 2018 por la Unidad de Alta Tecnología a la Facultad de ingeniería para comenzar a nivel licenciatura este tipo de formación”, dijo Carlos Romo, coordinador de la Ingeniería Aeroespacial en la UNAM.
En Ciudad Universitaria (CU), la carrera se imparte desde hace tres años y su primera generación está próxima a egresar en el 2025. Está por ingresar la cuarta generación, la cual coincidirá con la primera generación de ingenieros aeroespaciales en el estado de Querétaro.
El ingreso a la ingeniería para cursar en la ENES Juriquilla será indirecto; es decir, los estudiantes (en el caso de alumnos de CCH o bachilleres de la UNAM) solicitan su pase reglamentario y hay un proceso paralelo para ingresar a la carrera con sede en Querétaro.
Esta semana aplican los exámenes de ingreso indirecto a la ENES Juriquilla para iniciar un proceso de selección a partir de entrevistas con los candidatos en julio para incorporarse a clases en agosto de este año.
El número de estudiantes que podrán ingresar a la carrera está acotado en 30, por el número de espacios en la infraestructura. En CU, el número de estudiantes que han ingresado a la carrera van de 130 a 150 estudiantes. En total, son alrededor de 600 los estudiantes que actualmente cursan la Ingeniería Aeroespacial.
“Cuando se propuso la carrera era un plan de estudios enfocado a proyectos en la Unidad de Alta Tecnología en el Departamento Aeroespacial, a tecnología espacial, por lo que la propuesta estaba cargada a astronáutica: el espacio, naves espaciales, satélites. Sin embargo, se balancearon las áreas de conocimiento astronáutico y aeronáutico, por ello el término aeroespacial, que involucra a las dos ingenierías”, explicó.
En este sentido, se busca formar a profesionales competentes para integrarse a la oferta laboral del amplio espectro que ofrece el sector aeroespacial. Y dentro del análisis que se realizó hay regiones específicas en donde está establecida la industria y una de ellas es Querétaro.
El total de créditos es 450, de los cuales 390 corresponden a asignaturas obligatorias, 12 a asignaturas optativas, 30 a asignaturas obligatorias de elección del campo de profundización y 18 a asignaturas optativas de elección del campo de profundización.
“Los alumnos van a poder no nada más participar en proyectos de manufactura y de mantenimiento, reparación y overhaul, sino que tengan ese plus de desarrollo tecnológico e innovación tecnológica en proyectos de ingeniería aeroespacial enfocados a resolver los problemas nacionales que tenemos en nuestro país. Esa es una visión se comparte con muchas carreras de la universidad”, comentó.
A la par, el programa de estudios impulsa el emprendimiento. Romo detalló que la formación está orientada para crear empresas en torno al ecosistema y ámbito aeroespacial.
“Hemos visto casos de éxito en donde, si bien no hacen aviones o satélites completos, desarrollan subsistemas o desarrollan una parte de él o piezas, y desarrollan este perfil de empresarios”, añadió.
Adicional a ello, la UNAM tiene vinculación con otras universidades y empresas del sector con los que se busca fortalecer el programa a través de convenios de colaboración. Tal es el caso de Bombardier, Safran, Axon’ Cable, la Universidad Aeronáutica en Querétaro, entre otras.
