Las empresas que están por contratar o implementar una operación de tratamiento térmico en su operación deben de tomar en cuenta una serie de efectos que este proceso ocasiona sobre las piezas que se someten a él.
Humberto Ramos Fernández, director de HT-MX, explicó durante el webinar “Interpretación de los requerimientos de Heat Treat: ¿cómo cotizar un heat treat aeroespacial?” que un tratamiento térmico consiste en calentar y enfriar acero, aluminio, super-aleaciones y otros de manera controlada y en atmósferas controladas para modificar las propiedades mecánicas; dependiendo del proceso las temperaturas van desde los 180 ºC hasta los 1,250 ºC.
De manera que el material se puede endurecer, reblandecer, homogeneizar, densificar o incluso endurecer solo la superficie, sin embargo, esto ocasiona diversos efectos, los cuales deben de considerarse.Uno de los elementos clave al contratar este servicio es que, además de las especificaciones y de lo que se logra con el endurecimiento de las piezas, ocurre una distorsión en la pieza como reacción física.
“Esto es algo importante que se debe de tener en el proceso de la manufactura para siempre dejar material excedente para hacer algún tipo de rectificación o, en caso de ser una barra, enderezar, por ejemplo”, comentó en el webinar organizado por la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).
Esta distorsión ocurre porque al momento de transformar la microestructura interna del acero durante el tratamiento térmico, la nueva microestructura que se está generando volumétricamente es mayor, lo que ocasiona que los granos crezcan internamente, por lo que la pieza tiene que crecer o “enchuecarse” hacia algún lado. Se busca controlar esto utilizando los parámetros de las normas aeroespaciales, fixtures, controlar la temperatura del aceite y otros; sin embargo, es necesario considerarlo.
Otro efecto del tratamiento térmico es que va a generar una superficie con un tipo de porosidad diferente, lo que debe de tomarse en cuenta si posteriormente se realizará un recubrimiento químico y considerar realizar previamente una limpieza química, o incluso, un rectificado.
También, dependiendo la atmósfera y tipo de tratamiento, las piezas que reciben un tratamiento térmico van a cambiar de color, lo que se debe de tomar en cuenta, pues estéticamente se verán ligeramente diferente las piezas.
“El tratamiento térmico en raras ocasiones es la última operación de manufactura, pero normalmente son los aspectos que deben tomarse en cuenta para evitar que las piezas tengan un problema posterior a un tratamiento”, mencionó.
En el caso de HT-MX, dedicada a los tratamientos térmicos, está certificada en AS9100 Rev D, ISO 9001:2015, NADCAP y CQI-9 y da servicio a los sectores automotriz y aeroespacial, principalmente, además de electrónico, médico, metalmecánico, oil & gas, entre otros.
