Los sensores son omnipresentes. Permiten que los coches, las bicicletas eléctricas, los teléfonos inteligentes, las pulseras de actividad física y los auriculares perciban su entorno.
Por ello, Bosch desarrolla y fabrica sensores inteligentes que hacen la vida más segura y cómoda. Y estos sensores son cada vez más eficientes, lo que ayuda a proteger nuestro planeta.
La compañía tecnológica es pionera en el mercado en sensores microelectromecánicos (MEMS), de los más importantes y utilizados hoy en día.
Tanja Rückert, miembro del consejo de administración de Robert Bosch GmbH, comentó que desde que empezaron a fabricarlos, han producido un total de más de 18,000 millones de sensores MEMS; hoy en día, hay, en promedio, 22 de ellos en cada coche.
Hacia el año 2027, se espera que la demanda anual mundial de este tipo de sensores aumente de los 33,500 millones actuales a unos 49,000 millones de unidades. Bosch también quiere participar en este crecimiento y espera un nuevo aumento significativo de las cifras de producción en los próximos años.
Para hacer frente a la creciente demanda, Bosch está invirtiendo en sus fábricas de Dresde y Reutlingen. En total, la empresa tiene previsto invertir 3,000 millones de euros de ahora hasta 2026 en su negocio de semiconductores y, con ello, también en el desarrollo y la fabricación de sensores. En su labor en microelectrónica y tecnología de comunicaciones, recurrirá al programa de financiación europeo IPCEI ME ("Proyecto Importante de Interés Común Europeo sobre Microelectrónica").
Los sensores salvan vidas
Los sensores son el corazón de la tecnología moderna y la espina dorsal del mundo conectado. Hacen que los vehículos sean más seguros, salvan vidas a diario y ayudan a proteger tanto el medio ambiente como la salud humana.
Esto los convierte en una base tecnológica crucial para todas las áreas de negocio de Bosch –y también son el centro de la continuación de la campaña digital, bajo el lema "Sensor tech #LikeABosch"—.
Los sensores MEMS se utilizaron por primera vez en la industria automovilística, para la cual Bosch sigue siendo uno de los principales fabricantes. Estos dispositivos ayudan en la navegación del vehículo, controlan las bolsas de aire y los sistemas de asistencia en el frenado como el ESP, asimismo permiten una amplia gama de funciones de asistencia que mejoran la seguridad, el confort, la comodidad y la eficiencia de la conducción.
Especialmente para la conducción automatizada, los sensores son indispensables. Son, por así decirlo, los "ojos" con los que los coches pueden "ver" y comprender su entorno. Los sensores de Bosch están abriendo el camino al vehículo sin conductor. La empresa ya ofrece una gama de sensores de radar, lidar, vídeo y ultrasonidos para la conducción automatizada.
Por ejemplo, los sensores de presión de los smartphones pueden determinar la altitud de un dispositivo con una precisión de unos pocos centímetros. En caso de emergencia, por ejemplo, los socorristas pueden saber rápidamente en qué piso se encuentra una persona en apuros.
Innovaciones de Bosch
Bosch ha creado innovaciones para la movilidad basadas en sensores, entre ellas la solución acompañante RideCare, galardonada con el premio Best of Innovation de la asociación del sector CTA. Según la empresa, RideCare es una solución que contribuirá de forma decisiva a mejorar la seguridad de todos los ocupantes del vehículo en la movilidad conectada y automatizada.
La solución de hardware y software conectado, que consta de una cámara inteligente, un botón SOS inalámbrico y servicios de datos basados en la nube, permite vigilar el interior y el exterior del vehículo. Los ocupantes del vehículo y los conductores pueden utilizarlo para ponerse en contacto con los especialistas de Bosch las 24 horas del día en caso de que se produzca un accidente u otra situación de peligro.
En caso de incidente, el colaborador de Bosch puede ver el interior del vehículo a través de la videocámara, evaluar la situación y, si es necesario, solicitar ayuda rápidamente. El acompañante RideCare es una valiosa red de seguridad, sobre todo para conductores de taxi o de transporte compartido.
La detección de choques fuera de zona también promete una mayor seguridad en carretera: el sistema protege a los ocupantes del vehículo en caso de choques laterales, que suelen producirse al cambiar de carril o al cruzar cruces. Los sensores inteligentes combinados con un nuevo algoritmo de software detectan de forma rápida y fiable el ángulo exacto de impacto en caso de choque lateral, activan las bolsas de aire a tiempo para mitigar las consecuencias de un accidente.
Los sensores cuánticos ofrecen un gran potencial
Bosch también está a la altura de su papel pionero en el desarrollo de nuevos campos de sensores: los sensores cuánticos serán uno de los campos de innovación emergentes en los próximos años. Pronto podrían permitir mediciones 1,000 veces más precisas que las de los sensores MEMS actuales. Esto permitiría, por ejemplo, un diagnóstico más fácil y preciso de enfermedades neurológicas.
Bosch presenta en el CES 2023 la nueva generación de sensores MEMS. Son más precisos, más robustos y más eficientes energéticamente que los modelos anteriores. Por ejemplo, el sensor inercial BHI360/BHI380, programable y con inteligencia artificial, que se adapta a los movimientos individuales del usuario cuando se instala en pulseras de actividad física, tiene la mitad de tamaño y consume la mitad de energía que su predecesor.
Lo mismo ocurre con el nuevo sensor de partículas BMV080, que mide la concentración de partículas y la contaminación en el aire y, gracias a su diseño que ahorra espacio, es hasta 450 veces más pequeño que los productos que hay actualmente en el mercado. Y también está el sensor de presión barométrica BMP585, que mide un cambio de altitud de unos pocos centímetros y puede así detectar tirones o empujones individuales: requiere un 85% menos de energía y ha multiplicado por tres su robustez en comparación con la generación anterior.
