La fabricante de transportes recreativos, BRP, compartió las prácticas que ha llevado a cabo para reanudar operaciones en medio de la pandemia generada por el Covid-19.
Durante el foro laboral de la Asociación de la Industria de Exportación (index) de Querétaro, Héctor Ruiz Yañez, director de recursos humanos de esta compañía, dio detalle de las acciones que han permitido que su planta queretana no haya registrado brotes de infección generados en sus instalaciones.
En primer término, el director informó que llevaron a cabo capacitaciones previas al reinicio de actividades para cada uno de los 2,500 colaboradores. La planta permaneció cerrada del 6 de abril al 1 de junio, detalló Ruiz Yañez.
“Destinamos una semana antes, únicamente para lo que fue la capacitación de cinco días, en grupos de 50 personas […] La adecuación de las instalaciones fueron con tres semanas de anticipación”.
El ajuste de la planta consistió en la ampliación de la cafetería, lo cual permitió colocar sillas y mesas con la “sana distancia” recomendada por las autoridades. Además, se redujo la capacidad de las mesas, que pasó de seis a dos o tres ocupantes.
El área de lockers también fue modificada para permitir una separación más amplia entre el mobiliario.
La “sana distancia” adoptada en la planta comienza desde el transporte de personal, el cual redujo su capacidad de pasajeros, lo que se reflejó en un aumento de 30 por ciento de la flotilla.
Los protocolos para evitar contagios y detectar posibles casos se refuerzan con la toma de temperatura a los colaboradores antes de que se suban a las unidades de transporte, así como durante la jornada laboral. La empresa dispone de un grupo de dos personas por turno, en los tres que tiene, que se dedican a medir la temperatura por lo menos dos veces al día a cada miembro del personal.
El lavado de manos, el uso de gel antibacterial y cubrebocas, son medidas adoptadas con carácter de obligatorio.
En caso de no acatar las instrucciones, la empresa aplica medidas disciplinarias. “Creamos un procedimiento que va desde una simple llamada de atención, hasta una tarjeta amarilla, o una suspensión por un par de días, o en su momento la terminación de su contrato”, detalló Ruiz Yañez.
BRP provee además a sus trabajadores de ayuda psicológica y de otras medidas como el home office, que han logrado implementar en el área administrativa con gran éxito, compartió el ejecutivo.
CERO BROTES
Héctor Ruiz enumeró otras acciones que le han permitido a la planta mantenerse sin brotes de contagio, aunque sí han reportado casos.
El modelo de BRP consiste en la creación de una matriz en la que realizan pruebas rápidas de serología a los sospechosos de estar contagiados. Los casos positivos se llevan a un laboratorio privado con el que tienen convenio, para que se realice la prueba PCR.
De confirmarse el caso positivo, se lleva a cabo la cuarentena correspondiente para el trabajador contagiado, así como de las personas con las que habría tenido contacto.
“[Las pruebas rápidas] nos han facilitado mucho la administración médica, pero también nuestros procesos de sanitización”.
Y es que para evitar paros constantes en la línea de producción, la limpieza profunda en dicha área se hace solo cuando una prueba resulta positiva.
“Desde que abrimos, el 1 de junio, hemos tenido cuatro procesos de sanitización profunda y nos ha traído buenos resultados, y no ha habido brotes generados en la planta”, expresó el directivo.
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