La resiliencia del sector manufacturero podría estar llegando a su fin, a medida que la demanda se ralentiza, advirtió BBVA Research a través de su Monitor de Manufactura.
Esto en un contexto de mayores tasas de interés y mayor costo del financiamiento, situación que estima continúe este año e impacte de forma negativa el dinamismo de la manufactura.
“Hacia adelante, estimamos que las mayores tasas de interés continuarán afectando negativamente el dinamismo de la manufactura, con mayor efecto hacia 2023”, previó.
Ante ello, estimó que la mayor ralentización de la actividad económica se materialice hacia el segundo trimestre del 2023, con menor crecimiento del sector industrial, el comercio y los servicios.
En el reporte explicó que durante septiembre y octubre se observó una caída en el sector automotriz, lo que señala un menor nivel de producción tras la rápida recuperación que mostró en los tres primeros trimestres del 2022, ante el desvanecimiento de los cuellos de botella que afectaron su producción en el 2021.
En Estados Unidos el indicador ISM de nuevas órdenes de exportación se ha ubicado en territorio de contracción por cuatro meses consecutivos desde agosto, mientras que el componente de nuevos pedidos ha registrado niveles por debajo de 50 desde septiembre.
En lo que refiere a capacidad utilizada, el segmento de fabricación de prendas de vestir mostró la mayor caída en octubre, ubicándose en un nivel de 67.4% (4.3 puntos porcentuales por debajo del observado el mes anterior). Le siguieron la industria de productos de piel, con un nivel de 74.9% (3.4 pp por debajo del mes previo), y la fabricación de equipo de transporte, con un nivel de 85.5% (1.6 pp por debajo del observado el mes anterior).
De todos los componentes de la manufactura, cuatro reportan un nivel por debajo del observado en pre-pandemia: la fabricación de prendas de vestir, la industria química, la industria alimentaria y el sector automotriz. Estos cuatro segmentos representan 56% del valor de la producción manufacturera en México.