Integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expresaron que los órganos autónomos constitucionales fueron creados para desarrollar funciones específicas y especializadas del Estado mexicano para proteger los derechos humanos, la transparencia, la regulación y la competencia económica, etcétera.
A través de instituciones como el Banco de México, la CNDH, el INEGI, el INAI, la Cofece, el IFT, CNH, la CRE, entre otros, su autonomía les permite cumplir las funciones constitucionales de manera más eficaz, eficiente e independiente de intereses políticos o económicos.
Relocalización
En las últimas dos décadas los órganos reguladores han sido instrumentos para fortalecer la democracia y la competitividad del país. Sin ellos, México no estaría beneficiándose de la inversión y de la generación de empleos derivados de la relocalización (nearshoring).
Asimismo, han contribuido a aumentar la oferta de bienes y servicios, particularmente de las pequeñas y medianas empresas del país, en favor de los consumidores.
Órganos autónomos
“Es importante mencionar que la existencia de los órganos autónomos son compromisos de México en los tratados de libre comercio de los que forma parte. Desde el sector empresarial, seguiremos apoyando el fortalecimiento de las instituciones, con el objetivo de mejorarlas por el bien de México, de sus ciudadanos y de nuestra democracia”, citaron los integrantes.
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