En los años 2013 y 2014 se pensaba que la impresión 3D sería la siguiente gran cosa en el mercado, y que así como las impresoras de papel nos encontraríamos una en cada hogar. Sin embargo, este no fue el caso, la complejidad de la operación de las máquinas y la creación de modelos para imprimir, la poca disponibilidad de material útil para las expectativas creadas por el “hype” de esos tiempos, el soporte técnico en el campo de las compañías que iniciaban la comercialización y la poca o nula participación de las instituciones educativas en integrar su enseñanza a su curricula y en general la poca visión de empresarios e inversionistas de contribuir a una aceleración adecuada a la época.
Actualmente, se ve un crecimiento muy significativo en nuevas tecnologías de impresión de metales desde sinterización, fusión y atomización entre otros, así como impresión de fusión de filamento con mezcla de materiales plásticos con polvo de metal.
El área médica, por ejemplo, está tomando mucha tracción, todavía con muchas secciones colindando con la realidad y la ciencia ficción, la realidad con la impresión de prótesis, catéteres y otros accesorios para soporte de equipo médico en la ficción, la impresión de tejidos vivos (humanos principalmente) y la impresión de órganos humanos funcionales.
La impresión 3D sigue creciendo en el volumen de producción de máquinas, el cual prácticamente se duplica cada año con un pronóstico de alcanzar cerca de los 7,000,000 unidades de producción global. Nuevas tecnologías floreciendo tanto en equipo como en materiales. En equipo se encuentran nuevas tecnologías que están haciendo la impresión 3D más rápida, colaboración entre impresoras 3D y robots, impresoras más pequeñas y más grandes, innovación en los principios de impresión, el desarrollo de celdas múltiples para producción en paralelo usando cientos o por que no miles de estas celdas imprimiendo en forma simultanea el mismo producto y compitiendo con las tecnologías tradicionales como la inyección de plástico, además, nuevas formas de imprimir los materiales base tales como una gran variedad de plásticos, metales, materiales compuestos de plástico con metales y con fibras, cerámicas, barro, materiales biológicos, cemento y sus derivados.
En materiales, poco a poco se incorporan nuevos plásticos, nuevos compuestos, nuevos metales se mejoran los ya existentes. Estos nuevos compuestos todos son mayormente en sus generalidades de plásticos, metales, cerámicas, tejidos animales, cerámicas, cemento y sus compuestos, otros materiales para la construcción y ¿por qué no? –alimentos y medicinas.
La impresión 3D, o “Manufactura Aditiva”, se ha considerado como uno de los pilares de la industria etiquetada por Alemania como Industria 4.0, pero va más allá del contexto de esta revisión industrial, sobre todo cuando nos aproximamos al concepto de una “quasi-ficcion” de la transformación o conversión de “bits” a “átomos”, donde realmente se inicia ya el fenómeno de la tele-transportación.
La impresión 3D comienza a incorporarse a los terrenos de la nanotecnología donde jugará un papel muy importante en la impresión de ADN por ejemplo.
En todos los mercados vemos una tendencia hacia la personalización y aquí es donde impresión 3D toma ventaja respecto a otras tecnologías y actividades.
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Nombre: Óscar Miramontes
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