Aquellas compañías que adopten una cultura de diversidad e inclusión serán mucho más productivas y rentables, lo cual es un enfoque mundial para ser más competitivos, señalaron expertos durante el panel “Liderazgo Inclusivo”, organizado por la Asociación de Recursos Humanos de la Industria de Tijuana (Arhitac).
En dicho panel participaron Albertina Cardiel, directora y líder de inclusión de Softtek; Reginald Mingot Blanc, vicepresidente de operaciones y cadena de suministro de BD; Sandra Maldonado Flores, directora de APCE; Luz María Gutiérrez, directora de G500 Network; Javier Torre, gerente nacional de Michael Page; y Dennis Díaz, vicepresidente de manufactura de Teleflex en México.
En entrevista con Mayra Amezquita, presidenta de la Arhitac, indicó que el comité de diversidad e inclusión de la asociación se dio a la tarea de realizar este panel con el fin de abordar el liderazgo inclusivo, una tendencia que predomina en los países avanzados en cuanto a los recursos humanos.
“Es un enfoque que permite gestionar favorablemente el talento, independientemente de las diferencias, no solamente de género. El objetivo es que cada persona pueda sentirse valorada y respetada en su individualidad, tal como es, independiente de que las personas alrededor piensen, actúen o se vean diferentes”, dijo.
La dirigente resaltó que al fomentar la inclusión y la diversidad en las empresas se retribuirá de forma positiva, ya que serán personas que podrán ser innovadoras y creativas al tener una diferente perspectiva, lo que enriquece a los negocios.
“No pretendemos imponer ideales, pero sí promover la tolerancia y respeto en las organizaciones, donde la cultura de inclusión se debe vivir, no de palabra, sino que debe experimentarse en la cultura de trabajo. Para esto, es imprescindible que la alta dirección esté verdaderamente comprometida con este enfoque”, destacó.
En ese sentido, Sandra Maldonado Flores, directora de APCE, consideró relevante conocer los conceptos mismos de diversidad e inclusión, ya que parecieran ser lo mismo, pero van más allá, pues no solo se trata de identidad de género, sino de ver a las personas como seres humanos y entender las diferencias de pensamiento, generacionales, capacidades, entre otras.
Aseguró que cuando en los centros de trabajo se promueve la inclusión y diversidad se vuelven más rentables, toda vez que el personal se sentirá con la confianza de opinar, proponer, de ser más creativo, lo que a su vez redunda en un personal comprometido y leal a la empresa.
“Es antihumano querer cancelar la esencia de una persona al momento de entrar a la empresa, ya que se trata de ser más empáticos y saber cómo manejarlo, porque el lugar donde más se comete discriminación es en el espacio laboral, aquí se trata de desarrollar habilidades humanas de comunicación”, enfatizó
Por su parte, Javier Torre, gerente nacional de Michael Page, coincidió en que se trata de un tema que ha cobrado importancia en los últimos años, donde lo ideal es provocar que las personas tengan las mismas oportunidades, sin importar su género, etnia, creencias, preferencias.
“Las empresas internacionales o que cotizan en bolsa son las que han avanzado más en el tema, a comparación de las empresas familiares, por lo que la idea es enviarles el mensaje de por qué es bueno introducir el tema de la inclusión”, anotó.
El directivo destacó que al ser compañías inclusivas su marca se vuelve agradable y reconocida como gran líder, lo cual quedó manifiesto en una encuesta realizada por Michael Page en la que el 80% de los ejecutivos consideraron importante trabajar en compañías con programas de diversidad e inclusión.
“De no tener esta cultura se puede generar rotación y pérdida de talento, así como la esencia del profesional, lo que hace que las empresas sean mucho menos productivas a la larga”, finalizó.