De acuerdo al estudio “La logística urbana como herramienta para promover la sostenibilidad y reforzar la fidelidad de los clientes” elaborado por la consultora internacional Miebach Consulting, el 70% de las empresas a nivel global utilizan conceptos de logística urbana, como los Centros Urbanos de Consolidación y los microhub en un futuro próximo para impulsar su logística de última milla.
Por ello, en el marco de un Panel de Especialistas sobre logística de última milla organizado el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro, A.C. (Conalog), Jaime Ponce, director de Transformación de la Cadena de Suministro de PepsiCo; Carlos Ramos, director de Logística de La Comer; y Jesús García, director de Operaciones de Estafeta compartieron sus retos respecto a esta práctica logística.
El estudio global presta atención a los conceptos de Centro Urbano de Consolidación (CUC) y microhub. Un CUC es una instalación logística para la consolidación de los flujos de mercancías urbanas, a veces compartido por varias empresas, con el objetivo de reducir el tráfico de mercancías.
Mientras que un microhub es una instalación logística en la que se agrupan las mercancías dentro de la ciudad para dar servicio a un área espacial limitada, permitiendo el uso de vehículos de bajas emisiones o de medios de transporte innovadores para la entrega de última milla.
Jaime Ponce indicó que dentro de Pepsico están trabajando en el desarrollo de centros de distribución urbanos para acercarse cada día más a sus clientes, lo que les da la posibilidad de tener mejor nivel de servicio y más tiempo para vender, permitiéndoles incrementar su productividad al tener reducción de inventarios en los diferentes CD’s o microhubs y centralizar el armado de cajas en los almacenes.
Estas iniciativas, requieren mucho trabajo de Change Management con el equipo, pues “también traemos una agenda muy fuerte de sustentabilidad; la agenda verde que en ciudades como la Ciudad de México y Monterrey estamos cambiando las camionetas de reparto a equipos eléctricos”.
Al respecto, el estudio de Miebach Consulting estableció que cada vez hay más gente viviendo en las áreas metropolitanas de los países: el 76% de la población mundial vive en zonas urbanas y una de cada ocho personas vive en una ciudad con más de un millón de habitantes.
A raíz del auge del comercio electrónico y con el aumento del tráfico de entregas que conlleva, aumenta la sobrecarga de la ciudad y también la molestia que esto causa a sus habitantes. Como consecuencia, la presión sobre la logística urbana es cada vez mayor.
Por su parte, Carlos Ramos, compartió que uno de los principales desafíos que enfrentan en La Comer en cuanto a entregas es que sus sucursales normalmente están localizadas en zonas urbanas habitacionales-residenciales con toda clase de restricciones de circulación a camiones de carga. Para ello han desarrollado una estrategia que incluye cinco tácticas, las cuales mencionó:
- Rapidez de descarga
- Consolidar cargas frías y secas en un mismo camión, lo cual se logra al tener ambos centros de distribución (de productos secos y refrigerados) juntos.
- Tamaño y modelo de camiones para traslados largos y zonas urbanas. Particularmente ha implicado que sus líneas transportistas trabajen con mejor aprovechamientos de sus unidades.
- Maximizar la ocupación de los camiones mediante el uso de tarimas “especiales” (medias tarimas y un cuarto de tarimas).
- Entregas nocturnas con algunas sucursales ubicadas en zonas con horarios restringidos por los vecinos.
Asimismo, Jesús García expuso que desde el año 2020, con la pandemia, en el e-commerce se triplicó el volumen en Estafeta que debía moverse en la última milla, pero con ciertas complicaciones.
“Se ‘pulverizó la carga’; las recolecciones comenzaron a hacerse no solamente en los grandes almacenes sino también en los e-sellers que abastecen los market places y las entregas a domicilio se incrementaron, con lo cual el porcentaje de volumen de lo que se entregaba en cada parada disminuyó de manera bastante drástica. Pasamos del B2B al B2C y al C2C. Y esa fue nuestra nueva realidad, cómo crear esta infraestructura de una manera muy rápida, muy exagerada, ante una demanda creciente. Como dato, en el 2020 el crecimiento del e-commerce fue de 89% en comparación al 2019“, puntualizó.
En el año 2021 se estabilizó un poco el mercado, el crecimiento del e-commerce ya sólo fue de 27% y el consumidor mexicano se comenzó a estabilizar. Los proveedores de servicio que ya contaban con plataformas digitales se fortalecieron y los que iban empezando tuvieron que desarrollarlas. Lo anterior nos permitió ver que el e-commerce llegó para quedarse”, puntualizó.
- Finalmente, agregó que las nuevas tendencias de la última milla son:
- Evolucionar de un modelo de distribución con múltiples tipos de clientes a un modelo de distribución por tipo de cliente configurado.
- Maximizar la entrega de paquetes en cada parada, asegurando puntos de entrega mediante alianzas con pequeños negocios o locales donde el cliente recoja sus paquetes.
- Desarrollar las darkstores que son factibles para los grandes marketplaces.