México cuenta con condiciones favorecedoras para la demanda de propiedades industriales, al mejorar sus ventajas competitivas de nearshoring frente a países con fuerte posicionamiento manufacturero 

La pandemia puso en evidencia las fallas y desventajas en los procesos que antes eran imperceptibles en las cadenas de suministro con el offshoring. Por eso, las compañías se han visto la necesidad de optimizar sus actividades y medios de distribución a través del nearshoring.

Este fenómeno industrial representa grandes oportunidades para México, que cuenta con un mercado resiliente y optimista, además de estar estratégicamente posicionado al tener cercanía con Estados Unidos, país que se mantiene como potencia económica mundial.

El nearshoring es la apuesta para los modelos de negocios internacionales y consiste en la externalización de servicios de subcontratación de procesos de negocio, y se lleva a cabo con empresas de un país cercano; así, al encontrarse en un espacio más próximo, ambas partes salen beneficiadas.

MÉXICO, MERCADO LÍDER

Bain & Company reportó que México podría consolidarse como un mercado líder en nearshoring en América del Norte, con un crecimiento de dos puntos porcentuales, es decir, de 4-5% a 6-7% en exportaciones del sector manufacturero mexicano. 

Esto equivaldría a 8,000 millones de dólares anuales adicionales al monto que la industria puede producir, ya que cuenta con un fuerte sector manufacturero, un crecimiento estable de las exportaciones entre 4 y 5% anual, predominando en las industrias de transporte, dispositivos mecánicos/eléctricos y maquinaria. 

Bain & Company demostró que, en los últimos seis años, México ha adquirido una ventaja competitiva en materia de costos frente a China, el mayor mercado de nearshoring en el planeta, lo que podría generar un cambio significativo en las tendencias de importaciones de compañías estadounidenses y europeas del sector automotriz, de electrodomésticos, maquinaria, muebles, plásticos, entre varias otras.

Además, en los últimos 10 años, las principales importaciones del país a Estados Unidos se han concentrado en la industria de transportes y alimentos y bebidas. Sin embargo, algunos de los rubros con mayor potencial de nearshoring en México son: los dispositivos eléctricos/mecánicos y maquinaria industrial, las cuales representaron en cada rubro alrededor del 17% de las importaciones estadounidenses en 2020.

VENTAJAS DE LA REGIONALIZACIÓN

McKinsey & Company México dio a conocer que poco a poco ha incrementado la tendencia de la regionalización de las cadenas de valor, sobre todo para poder surtir a Norteamérica, por lo que muchas compañías transnacionales buscan reducir sus tiempos y mejorar la flexibilidad de sus cadenas de suministro, además de contar con beneficios en la sustentabilidad al disminuir las emisiones de dióxido de carbono que se generan en la logística. 

Miguel Ángel Alcaraz, socio de McKinsey & Company México, refirió que no todos los factores que impulsan el nearshoring son de cuestión comercial, también influyen las cuestiones culturales, políticas y sociales, como la fragilidad de la industria por la contingencia sanitaria por Covid-19, así como el conflicto entre Rusia y Ucrania

Además, el país tiene frontera con Estados Unidos, por lo que, una vez entrado en vigor el Tratado entre México, EE. UU. y Canadá (T-MEC), algunas industrias no tienen impuestos en sus exportaciones, y los tiempos de llegada son de dos a tres días, lo que mejora la competitividad logística y así, las empresas pueden aumentar su capacidad de respuesta a las necesidades de sus clientes, con tiempos de entrega más cortos y una mayor flexibilidad ante potenciales crisis que interrumpan la cadena de suministro.

Asimismo, México destaca por impulsar continuamente el desarrollo de las habilidades del capital humano, por lo que se cuenta con mano de obra calificada para las tareas más especializadas. 

Con el T-MEC, México se convirtió en pieza clave para compañías globales que buscan mantener su posición en el mercado estadounidense.

“Evidentemente, al no tener tarifas en varias categorías de las industrias en las importaciones y exportaciones, entonces se tiene esa ventaja contra otros países, por eso las empresas están considerando crear todo su ecosistema regional y ven la posibilidad de instalarse en México, Canadá o en países de Centroamérica”. 

NUEVAS INVERSIONES 

La manufactura mexicana ha crecido en especialización, capacidad y experiencia, de modo que grandes compañías de diversos sectores han optado por tener presencia o expandirla en el país.

McKinsey & Company México aseguró que las industrias que podrían verse beneficiadas por este modelo de regionalización son la automotriz, aeroespacial, textil, electrodomésticos y electrónica, al ya estar posicionadas en México, por lo que las compañías tendrán la intención de traer más de su proveeduría.

“Estamos viendo distintos tipos de jugadores, algunos son americanos y europeos o que ya estaban en la región y simplemente se van a traer más de su manufactura de China a México, pero estamos viendo casos de empresas asiáticas que antes no tenían fábricas en Norteamérica y ahora están instalándose en el país”, afirmó.

Ante esta situación, hay regiones que son sitios atractivos para las compañías internacionales que podrían reubicar algunas de sus producciones en México, tal es el caso de la zona norte que tiene entidades como Nuevo León, Coahuila y Chihuahua; y la región del Bajío que cuenta con estados como Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Jalisco y Aguascalientes, los cuales tienen una gran base de compañías y proveedores.

“Un poco de las decisiones va a depender del posicionamiento de las industrias, como la electrónica, que está bien establecida en Jalisco y cuenta con una gran cartera de compañías y organizaciones que apoyan en su crecimiento, por lo que las empresas verán dónde es mejor ubicarse”. 

RETOS PARA MÉXICO

La búsqueda por la recuperación económica ha hecho que el comercio exterior encuentre alternativas para optimizar las cadenas productivas y, de esta forma, el nearshoring sea una de las soluciones más ventajosas.

Miguel Ángel Alcaraz manifestó que, a pesar de ser una gran oportunidad para el crecimiento y desarrollo económico de México, la nación cuenta con desafíos que tiene que afrontar. Uno de ellos es el nivel de sofisticación en las cadenas de valor como en Asia, donde las compañías están más avanzadas en su transformación digital y en la implementación de tecnologías que han mejorado su ecosistema.

De igual forma, es necesario que en México se cuente con una base de proveeduría local eficiente para poder atender la demanda y la necesidad de los clientes. 

Otro aspecto a tratar es que se tenga el suficiente apoyo para que las empresas logren abrir sus negocios y escalarlos en México, a través del establecimiento de políticas y procedimientos claros y robustos; así como contar con mecanismos de detección, auditoría y control, y cumplimiento, como la capacidad de respuesta para generar evidencias, encauzar prácticas y conductas apropiadas para un mejor desarrollo de las organizaciones.