De acuerdo con la Organización para la Economía Cooperación y Desarrollo (OECD), se prevé que en México la economía crezca un 2.2% en 2024 y un 2.0% en 2025. La solidez del mercado laboral reforzará el consumo. La inversión se verá respaldada por los proyectos de infraestructuras públicas en 2024 y por la deslocalización gradual de actividades manufactureras a México.
Asimismo, las exportaciones sostendrán el crecimiento en 2025, tras perder algo de dinamismo en este 2024 por la ralentización registrada en Estados Unidos. La inflación seguirá descendiendo poco a poco hasta el 3.1% en 2025.
La demanda interna mantiene su resiliencia
Con base a un informe de la OEDC, los indicadores a corto plazo denotan que el consumo sigue siendo sólido, sobre todo en los servicios. La producción industrial se ha recuperado tras mostrar cierta debilidad a finales de 2023. La construcción no residencial se ha mantenido fuerte y la industria manufacturera ha repuntado, mientras que la actividad en la minería y las industrias de los servicios públicos sigue disminuyendo.
Los polígonos industriales de los estados cercanos a la frontera estadounidense están prácticamente a plena capacidad, al tiempo que está aumentando el precio del alquiler de los almacenes y la construcción de espacios industriales adicionales. La inflación medida por el IPC ha descendido hasta el 4.4% (interanual) en marzo, mientras que la inflación subyacente se sitúa en el 4.6 por ciento. Las presiones inflacionistas siguen siendo especialmente fuertes en los servicios, y han alcanzado el 5.4% en marzo.
Bajos índices de desempleo
Por otra parte, en la base de datos Perspectivas Económicas de la OCDE, se refleja que el mercado laboral mexicano se muestra fuerte, y la tasa de desempleo se sitúa en niveles históricamente bajos (2.5% en febrero). La creación de empleo formal sigue aumentando, si bien a un ritmo más lento que en 2023, mientras que la tasa de informalidad ha descendido ligeramente hasta situarse en el 55 por ciento.
En México no se dispone de información sobre ofertas de empleo, pero los análisis recientes sugieren un endurecimiento del mercado laboral, al tiempo que las empresas indican que tienen dificultades para encontrar y retener trabajadores con las competencias adecuadas.
La participación de la mujer en el mercado laboral ha aumentado, pero sigue siendo inferior a la de sus homólogos regionales y a la de otros países de la OCDE. Las responsabilidades domésticas y de cuidados familiares recaen de forma desproporcionada en las mujeres, lo que dificulta sus posibilidades de terminar los estudios o de incorporarse a la fuerza laboral, señaló la firma.