El Suministrador de Servicios Calificados es un proveedor de servicios de comercialización de electricidad para Usuarios Calificados. Es decir, son la conexión entre generadores de energía y Usuarios Calificados.
Existen muchas creencias acerca del alcance de un Suministrador. A continuación, desmitificamos algunos aspectos vinculados con esta importante figura del Mercado Eléctrico Mayorista vigente:
Mito: Cualquier consumidor puede migrar al Suministro Calificado.
Realidad: Solamente aquellos consumidores que cumplen con los requisitos establecidos por la regulación actual pueden migrar al Suministro Calificado. El requisito más importante es contar con una demanda mínima de 1 MW. Para cumplir este requisito es posible sumar las demandas máximas de varios centros de cargas, siempre y cuando se demuestre que estas cargas pertenecen a un mismo grupo de interés económico.
Mito: El Suministro Calificado es más caro que el Suministro Básico.
Realidad: En el Suministro Calificado no existen las tarifas reguladas, sino un régimen de libre competencia, lo que permite a los consumidores elegir la opción que más les convenga.
En general, la mayoría de los Suministradores Calificados venden su energía a precios menores que las tarifas reguladas de Suministro Básico. Por otro lado, al no tener un precio de energía que depende de periodos horarios (base, intermedio y punta), los consumidores pueden planear y optimizar sus recursos como mejor les convenga, sin estar sujetos a una limitación en cuanto al precio de la energía de cada periodo.
Mito: El Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) es muy complicado.
Realidad: Un consumidor en el MEM podrá seguir enfocado en las actividades principales de su negocio, su nuevo Suministrador Calificado será quien participará en el MEM y le asesore para que obtenga las mejores tarifas y condiciones.
Mito: Cuando un consumidor se cambia al Suministro Calificado tiene que hacerse cargo de todo lo relacionado con los Certificados de Energía Limpia (CEL), lo cual es muy complejo.
Realidad: El nuevo Suministrador Calificado es el encargado de todo lo relacionado con los Certificados de Energía Limpia.
Mito: Se pueden contratar varios Suministradores Calificados para una misma carga.
Realidad: La regulación establece que una carga solamente puede ser servida por un Suministrador Calificado.
Mito: La calidad de la energía en el Suministro Calificado presenta mayores problemas que en el Suministro Básico.
Realidad: La infraestructura eléctrica es la misma por lo que la calidad de la energía se mantendrá, incluso pudiendo mejorar a través de las gestiones que su nuevo Suministrador Calificado realice con CFE Distribución y CFE Transmisión.
Mito: Los precios del Suministro Calificado tienen mayores riesgos que las tarifas reguladas del Suministro Básico.
Realidad: En el Suministro Calificado se pueden encontrar gran variedad de estructuras tarifarias, algunas con más riesgos y otras con menos. El régimen de libre competencia brinda a los usuarios la oportunidad de contratar los productos que más les convengan, incluso pueden crearse productos a la medida de sus necesidades.
Mito: La migración al Suministro Calificado implica costos elevados.
Realidad: Los trámites ante la CRE y el CENACE son gratuitos, sin embargo, para cumplir con la normatividad vigente en materia de medición y comunicación es necesario realizar inversiones reducidas en la modernización de los equipos de medición, mismas que se recuperarán en el corto plazo con los ahorros que representa el Suministro Calificado. Adicionalmente, los Suministradores Calificados tienen opciones para que el consumidor no realice la inversión inicial.
Mito: La migración del Suministro Básico al Suministro Calificado es muy difícil.
Realidad: La migración requiere el cumplimiento de requisitos ante distintas dependencias gubernamentales. Sin embargo, si se realizan de la mano de expertos en la materia no resulta un proceso complicado, además de que es un proceso que se realiza una sola vez.
Mito: Los contratos con los Suministradores Calificados son de largo plazo, 10 años o más.
Realidad: La vigencia de los contratos con el Suministrador Calificado puede variar, incluso ser de 1 año o menos. Al estar en un régimen de libre competencia el consumidor puede elegir la vigencia que más le convenga.
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