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La situación actual de salud y económica ha obligado a diversas compañías a buscar alternativas de suministro en las últimas semanas. Este panorama abre la posibilidad para que algunas empresas operen bajo esquemas de microcadenas, anticipó César Buenrostro, socio líder de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México.
“Las microcadenas son esquemas operativos ágiles, con contratos flexibles, que tienen una fabricación mucho más cercana al punto de compra. Todas estas características permiten que se aproveche su naturaleza centralizada, que es altamente flexible y con capacidad para alterar la producción en cuanto al tipo de producto y la cantidad, así como la entrega, la escala, los volúmenes y la introducción de nuevos productos con poca antelación”, explicó el experto.
Este tipo de operaciones requieren de un replanteamiento en la cadena de suministro, pero también en la operación, por lo que es necesario conocer a profundidad las necesidades de estas.
De acuerdo con su experiencia, la consultora ha desarrollado herramientas para hacer mediciones, con el fin de determinar cómo las empresas pueden adaptar sus necesidades de suministro a un esquema de microcadena. Son tres los ejes que KPMG considera:
1. Identificar y conocer a la perfección las fuentes que te agregan valor en el mercado, como los KPI de la velocidad, la calidad, el precio, la conveniencia, etc. de los diferentes niveles de servicio, así como la facilidad de modificar el producto que fabricas.
2. Conocer a la perfección todos los componentes de costo en toda la cadena de suministro, para poder visualizar cuáles son los que podrían modificarse o jugar con ellos.
3. Generar modelos haciendo combinaciones para ver de qué forma y qué balance de productos y costos son los más óptimos para agregar valor a la cadena de suministro.
Estos esquemas, además de ser útiles ante pandemias como la actual, son menos vulnerables a intereses volátiles, el tipo de cambio, las modificaciones al régimen fiscal, los aranceles, las cuotas comerciales, la inflación salarial y hasta la pérdida de cosechas.
CANDIDATOS
“En México, la mayoría de las empresas son pequeñas y medianas, eso es algo que pudiera facilitar la implementación de las microcadenas, lo único es que tendrían que ser Pymes bien soportadas, sólidas, que pudieran llegar a tener la posibilidad de cumplir con los requisitos de calidad y de volumen, para poder estar suministrando a las diferentes industrias que pudieran llegar a requerir sus productos”, explicó César Buenrostro, al hablar de las características que deben tener las empresas que suministren bajo estos esquemas.
En contraparte, las compañías de los sectores alimenticio, manufacturero y de retail, son quienes principalmente juegan el rol de clientes en estas microcadenas.
Si bien estos esquemas promueven el trato directo y la menor mediación de intermediarios, empresas de servicios logísticos también pueden beneficiarse de ellas.
“Tendrían que cambiar un poco su manera de operar, porque tendrían que tener hubs en diferentes lugares para suministrar a los clientes y en caso de que hubiera migración de proveedores, de un país a otro, ya no sería necesario el transporte internacional. Las empresas de esta industria están perfectamente adaptadas para cumplir con los requisitos en caso de cambios en la logística de sus clientes. Si quieren cambiar al esquema de microcadenas sería un poco más regional o local, donde estarían privilegiando el transporte terrestre, o en su caso, el aéreo”, subrayó.
