Audi México pone en práctica la sustentabilidad bajo su estrategia denominada Mission:Zero, que busca la neutralidad en carbono en sus operaciones para 2025.
La planta en San José Chiapa, Puebla, camina firme hacia una producción limpia e inteligente, es por eso que aprovecha las últimas tecnologías en todas las áreas de producción.
Actualmente, Audi México produce uno de los modelos más importante de la gama, el Audi Q5, en todos sus derivados y para todo el mundo. Todos los procesos de fabricación de este vehículo se llevan a cabo con el debido respeto del medioambiente; un ejemplo de ellos es la planta de Ósmosis Inversa que al día de hoy registra 100,000 m3 de agua tratada y reutilizada para la producción.
El agua es un elemento vital para la fabricación de un automóvil. En la producción del Audi Q5, se utiliza el líquido en procesos como en la protección anticorrosión de las carrocerías, y en las pruebas de hermeticidad de los vehículos terminados. Un claro ejemplo de fábrica inteligente es la nave de pintura, que cuenta con un sistema de tratamiento específico para dicho proceso.
Toda el agua utilizada en las áreas de la fábrica, se combina con el resto del líquido de los otros procesos y usos sociales como sanitarios o cocinas. Cada gota usada atraviesa un proceso de tratamiento biológico. Al final de éste, se monitorean los valores de calidad para asegurar el cumplimiento legal y regulatorio.
Adicional al tratamiento biológico del agua, se construyó una planta de tratamiento por ósmosis inversa, ésta ha logrado reincorporar a la producción 100,000 m3, equivalentes a 100 millones de litros de agua en poco más de dos años. Con esto Audi México reduce la huella hídrica en el proceso de fabricación.
Tarek Mashhour, presidente ejecutivo de Audi México, comentó que uno de los pilares importantes en nuestra estrategia Mission:Zero es incorporar tecnología que reduzca el impacto ambiental en sus operaciones.
“Es por ello que construimos una planta de Ósmosis Inversa para hacer el uso correcto del agua cerrando el ciclo con su procesamiento en nuestras instalaciones evitando las descargas hacia el exterior”, dijo.
La planta de Ósmosis Inversa cuenta con dos fases de tratamiento principales, la ultrafiltración y posteriormente la etapa de ósmosis inversa donde se remueven todas las impurezas y minerales para su reúso en la producción.
Del tratamiento por ósmosis inversa se obtiene agua para uso industrial y agua con alta concentración de impurezas, que, a través de las lagunas de evaporación construidas a un costado de la planta, se reducen para poder solidificar los remanentes y poder gestionarlos como residuos cumpliendo con la normativa aplicable.
Así, Audi México evita las descargas de aguas residuales hacia el exterior y garantiza el uso correcto del agua cerrando el ciclo dentro de la fábrica.