Mejorar la circularidad y la sustentabilidad es un desafío clave para la industria química actualmente. La digitalización puede ayudar, ya sea para adoptar energías renovables para alimentar sus plantas, reducir y reciclar desechos o para investigar la producción de materias primas más sostenibles.
De acuerdo con Stephen Reynolds, director de industria química en AVEVA, este sector se encuentra bajo una presión continua para cumplir objetivos ambientales estrictos y las empresas buscan mejorar su sostenibilidad sin dejar de ser rentables y competitivas. “Las plantas son cada vez más grandes, más complejas y estrechamente integradas, mientras que los departamentos de ingeniería se esfuerzan por llevar nuevos productos al mercado de forma rápida y sostenible”.
Subrayó que muchas empresas químicas tienen procesos de décadas de antigüedad y se han optimizado a lo largo de los años para mejorar la confiabilidad y la rentabilidad. “El desafío ahora es desarrollar nuevos procesos que sean competitivos con los maduros, al tiempo que se abordan cuestiones clave de sostenibilidad, como aumentar el contenido reciclable y reducir las emisiones y los desechos”.
Una encuesta reciente de AVEVA destacó que la sostenibilidad impulsará la innovación en los próximos tres años, y el 85% de los líderes de la industria cuestionaron el proceso de invertir en digitalización para trabajar en cumplir sus objetivos ambientales, sociales y de gobernanza.
“La transformación digital puede proporcionar un camino hacia la mejora de la sostenibilidad al permitir una mejor toma de decisiones y una optimización del rendimiento en tiempo real, lo que conduce a una reducción de la energía, los desechos y las emisiones. Lo logra a través de conocimientos derivados del uso de tecnologías como la inteligencia artificial, la simulación de procesos, la computación en la nube, el análisis de big data y los gemelos digitales que brindan información sobre cómo funcionan los sistemas y predicen el comportamiento futuro”.
Es así como al proporcionar datos rápidos y precisos sobre lo que sucede en la empresa y las mejoras que podrían ofrecer los nuevos procesos, puede ayudar a reducir los costos operativos y de mantenimiento en aproximadamente un 20% y los costos de combustible en un 28%, lo que ayuda a las organizaciones a dar un paso más para alcanzar sus objetivos de carbono cero.
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