Advertising

La industria automotriz evoluciona hacia la electromovilidad

Elenne Castro.
Octubre 01, 2022

Advertising

Font size:
Imprimir

La industria automotriz tiene el objetivo de aplicar mejores tecnologías en los vehículos para solucionar los retos que enfrenta la movilidad, así como trascender hacia innovaciones más limpias y amigables con el medio ambiente, todo esto a través de la electrificación.

La electromovilidad se extiende rápidamente por el mundo; sin embargo, quedan varios desafíos por resolver, como la transformación de la proveeduría y cadena de suministro, la implementación de la infraestructura de carga y la adopción de vehículos eléctricos.

Actualmente, los vehículos híbridos-eléctricos, híbridos-conectables, eléctricos de rango extendido y de batería eléctrica son una alternativa frente a los automóviles de combustión interna, los cuales, generan emisiones de carbono.

Por ello, ya está en marcha la transición hacia la electromovilidad en las potencias económicas, como Estados Unidos, China y Japón, y en varios países de Europa, regiones que ofrecen hasta incentivos económicos para facilitar la movilidad eléctrica.

Ante esto, México busca sumarse a la lista de países con compromisos y políticas integrales que promuevan la electrificación del parque vehicular, de la mano con la industria automotriz establecida en la nación.

 

PRODUCCIÓN DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

En México, por ejemplo, General Motors confirmó una inversión de 1,000 millones de dólares para la reconversión de su planta en Ramos Arizpe, Coahuila, con la intención de ensamblar vehículos eléctricos a partir de 2023. Además, Ford de México ya anunció que triplicará su producción del auto deportivo Mustang Mach-E 100% eléctrico en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.

A pesar de que ya hay fabricantes de equipo original anunciando la transformación de su infraestructura para la construcción de este tipo de automóviles, México todavía se encuentra en proceso de transición para impulsar el desarrollo de la electromovilidad.

Carlos Meneses, coordinador del programa automotriz de Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec), dijo que el país es un referente mundial en el sector automotor y, en la actualidad, las armadoras tienen como principal estrategia actualizar las plantas de Estados Unidos para ensamblar vehículos eléctricos, por lo que se podría aprovechar la demanda del mercado estadounidense y la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para posicionarse como uno de los ganadores en la manufactura de componentes y de autos eléctricos.

 

RECONVERSIÓN DE LA CADENA DE SUMINISTRO

Los vehículos eléctricos están demandando proveeduría diferente a los automóviles convencionales.

Actualmente, los vehículos dependen de proveeduría como el motor tradicional, cilindros, válvulas, bombas, mangueras de combustible, mofles, convertidores, entre otros, los cuales en un periodo ya no serán necesarios en la industria automotriz, ya que los autos eléctricos estarán demandando otro tipo de componentes. Es así que la cadena de suministro en México se ha empezado a reconvertir para hacer frente a las nuevas necesidades de la industria.

Los autos eléctricos carecen de sistemas esenciales para los vehículos de combustión interna (ICE), por ejemplo, cuentan con nuevos sistemas de batería con alto voltaje, demandan más arneses eléctricos de alto voltaje y una electrónica de potencia para transmisión y motor. 

Además, se tiene un aligeramiento con la reducción de componentes críticos de motor y combustión interna, con lo que se simplificará el diseño y se reducirán los costos.

“Las empresas globales ya saben qué quieren y cumplen con los sistemas de gestión de calidad, tienen un pie adentro del mercado y ahora hay que analizar qué productos nuevos pueden demandar, saber sus necesidades de producción y poder apoyarlos en el proceso”, sostuvo Meneses.

Ante esto, la Fumec está ayudando a las empresas proveedoras a conocer cómo pueden reforzar su vinculación a esta transición, sobre todo en la creación de componentes plásticos y de aluminio, los cuales son más complejos para su desarrollo.

Asimismo, también existe la oportunidad para la fabricación de equipos de recarga, con el fin de mejorar la infraestructura y, a su vez, mejorar el crecimiento de la manufactura eléctrica al contar con un aumento en la demanda de vehículos eléctricos. 

 

TRANSPORTE ELÉCTRICO Y LOGÍSTICA

A pesar de que en México ha sido lenta la adopción de vehículos eléctricos por parte del consumidor final, el sector logístico y el transporte público llevan la delantera en la implementación de este tipo de unidades.

Una de las compañías que lleva la batuta en su cadena de suministro es Bimbo, que apostó por la adopción de vehículos eléctricos en su flotilla con más de 1,300 unidades, lo que la convierte en una de las más extensas en América Latina; y en los próximos años, incrementará a 4,000 vehículos que se recargarán con energía solar y eólica. 

Asimismo, otras compañías y organizaciones están invirtiendo en un gran número de unidades para la entrega de última milla, así como establecer su infraestructura para reducir costos.

Cabe destacar que en algunas ciudades del país han propuesto iniciativas para mejorar el transporte público a través de la electromovilidad. Tal es el caso de la Ciudad de México, que fomenta la micromovilidad con las motonetas, bicicletas eléctricas y los monopatines; además de que poco a poco está haciendo su transición en el transporte público como el metro, trolebús y autobuses.

 

ADOPCIÓN DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y del Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros, durante el 2021 en México se vendieron 42,969 vehículos con tecnologías electrificadas.

Además, las ventas de autos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos representaron el 4.5% del total de autos nuevos que se compraron en México en el primer semestre del 2022.

Ante el crecimiento en los últimos años, la Comisión Federal de Electricidad, calcula que, para 2041, en el país estarán en circulación cerca de 700,000 vehículos eléctricos. Esto quiere decir que, para satisfacer la demanda de energía, serán necesarias 40,000 estaciones de recarga.

En cuanto a la infraestructura para carga, al finalizar 2021 existían alrededor de 1.8 millones de cargadores públicos (de carga rápida y lenta) en el mundo, de los cuales, el 64% se encuentran en China, el 20% en Europa, el 12% en Estados Unidos y el resto distribuido en el mundo. En la actualidad, en México existen más de 2,000 cargadores públicos en todo el país a julio del 2022.

“Para que haya una mayor adopción de los vehículos eléctricos se debe hacer un cambio cultural, todavía la población no confía mucho en este tipo de vehículos, además de que solo algunas ciudades y carreteras han establecido la infraestructura para el uso eficiente de estos automóviles. A pesar de que el crecimiento parece prometedor, en el sentido que se pasó de un 20 a un 120% de aumento de un año a otro, todavía son muy pocos los coches que ya están en las calles, apenas se va arrancando este tema de venta en México. Es importante que se incremente también la estructura de carga para acelerar la transición hacia la electromovilidad”, destacó Carlos Meneses.

De acuerdo con el estudio “Los Vehículos Eléctricos y el Futuro de la Cadena de Valor Automotriz en México”, elaborado por Fumec, este tipo de automóviles alcanzarán su punto de inflexión en 2024, cuando se tendrá mayor aceptación del cliente, posiblemente se tenga un menor costo del total de propiedad, se mejore la infraestructura, así como se amplíe la cartera de modelos eléctricos y haya una paridad de precios con las unidades de motor de combustión interna.


Descubre las últimas novedades de la industria en nuestra edición impresa, disponible en formato digital.

Ver todas las ediciones