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La adversidad como impulso para crecer

Agosto 01, 2019

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Es el mayor de 7 hermanos, en su infancia vendió chicles y posteriormente se incorporó a la policía para pagar sus estudios en la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ); creyó tener vocación para la medicina, pero el intento de convertirse en profesional de la salud se murió en un propedéutico universitario; sin embargo, José Manuel Hernández Grimaldo asegura que ha logrado cumplir con su misión de vida: servir a la gente.


Este propósito lo llevó a convertirse en gerente de la planta 65 de Nexteer y en responsable de la planta 63 de la misma compañía. Actualmente, vela por la productividad y bienestar de alrededor de 1,900 empleados.


“El liderazgo y la organización han sido fundamentales todos estos años, evidentemente combinado con los intereses y las actividades que uno hace. Yo fui Técnico Superior Universitario en Procesos de Producción, pero en los años siguientes terminé mi carrera como Ingeniero Industrial en la Universidad Tecnológica del Norte de Guanajuato y esa universidad, la organización me la pagó”, expresa Hernández Grimaldo al hablar del papel que ha tenido Nexteer en el crecimiento profesional y personal que lo ha llevado a subir en el organigrama de la compañía.

 

EN ASCENSO  

José Manuel llegó a la edad de 22 años a Nexteer, luego de un reclutamiento para becarios que la empresa de autopartes hizo en la UTEQ.


“Un año después de que estaba instalándose aquí, Nexteer buscó mandos intermedios o gente de supervisión de producción, por lo tanto fue a la universidad y escogió a alrededor de 16 o 17 estudiantes para que hicieran sus prácticas. Fuimos de los pioneros, comenzamos aquí como practicantes en las operaciones”, recordó el entrevistado.


Ingresó como becario el 4 de mayo de 1998, recuerda con claridad José Manuel, meses más tarde, el 24 de agosto de ese mismo año, firmaba el contrato con la empresa para desempeñarse como supervisor de producción.


Seis meses después la compañía buscaba asesores de producción que lideraran a los supervisores, “éramos como unos 30, 35 supervisores, teníamos pocos meses aquí y de esos fuimos escogidos 4 asesores de producción”.


Esa oportunidad, considera Hernández, cambió su vida, pues a la par de competir por este ascenso barajeaba la posibilidad de unirse a la Unidad de Protección Civil o irse a otra empresa donde le ofrecían trabajo.


Y es que en Nexteer fue escalando posiciones. Tras ser nombrado asesor subió de puesto para convertirse en gerente de producción, luego fue promovido a gerente de unidad de negocio, más tarde a gerente de operaciones y finalmente a gerente de planta 65, responsabilidad que actualmente comparte con una nueva asignación: ser el encargado de la planta 63.


De igual forma, José Manuel siguió su formación académica, lo que lo llevó a alcanzar el título de maestro en Administración con línea terminal en Alta Dirección por la Universidad Autónoma de Querétaro.


“De fondo, la motivación fundamental para convertirme en médico (la que consideró su primera vocación) era ayudar y estando aquí es la misma satisfacción, pero la diferencia ahora es que la satisfacción de ayudar es generando empleos, abriendo otras plantas, haciendo el trabajo bien, con las cosas que hacemos, que los trabajos sean mejor remunerados y que la gente crezca en satisfacción”, enfatizó.

 

 + INFO

Nombre: José Manuel Hernández Grimaldo

Edad: 43 años

Ciudad de origen: Dolores Hidalgo, Gto.

Escolaridad: Maestría en Administración con línea terminal en Alta Dirección

Fecha de ingreso: 1998

Puesto de inicio: Practicante  

Puesto actual: Gerente de planta


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