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En 2011, Kerry abrió su Centro de Tecnología e Innovación para la región Latinoamérica en San Juan del Río, Querétaro. Desde entonces, sus laboratorios de investigación y desarrollo, plantas piloto y suites de aplicación, se ofrecen desde el corazón del Bajío, los que les permite brindar servicios de colaboración y participación local a sus clientes del mercado latinoamericano.
Pablo Gerardo Salazar Urbiola, representante legal de Kerry México, explicó que esta instalación es producto de un plan de diversificación que la compañía de origen irlandés creó en la década de 1980, que tenía por objetivo ir más allá del mercado de productos lácteos, para incursionar en el negocio global de alimentos y bebidas.
“De ser una pequeña empresa láctea, en el sureste de Irlanda en 1972, [Kerry] se convirtió en una multinacional global gracias a la conjunción de visión y compromiso que la han convertido en una empresa única. Aunque nos hemos mantenido fieles a nuestra herencia en el sector de alimentos, al mismo tiempo hemos aprovechado el conocimiento, experiencia e inspiración que nos llega de todas partes del mundo para expandir nuestra cartera de productos y adentrarnos a campos como el farmacéutico”, celebró.
Actualmente, la compañía cuenta con cuatro centros globales de tecnología e innovación y con 13 centros regionales de aplicación y desarrollo en todo el mundo, los cuales cuentan con el soporte de una red de manufactura de más de 100 localidades a nivel global.
“Kerry se ha integrado en culturas de todo el mundo. Contamos con una plantilla de miles de personas en más de 30 países, las cuales comparten un profundo conocimiento y una gran pasión por los mercados de alimentos, bebidas y productos farmacéuticos en sus respectivas regiones”, expresó el representante legal.
FUTURO
Kerry ha encontrado en México terreno fértil para la integración de tecnologías aplicadas a sus productos; sin embargo, tienen planes para ir a un siguiente nivel y generar mayores competencias.
“Yo creo que el principal problema –u oportunidad, como lo queramos ver– es lograr hacer que la industria de alimentos en México sea mucho más autosuficiente e independiente. Creo que eso va a permitir que el campo se desarrolle, que podamos ser mucho más competitivos en precios y también en la calidad de los productos y los insumos que tenemos”, expuso el entrevistado.
A empresas trasnacionales como Kerry, agregó, les corresponde impulsar talento mexicano que tenga la creatividad necesaria para promover los cambios que necesita el país.
Fue así que Gerardo Salazar enumeró las que llamó “aspiraciones comunitarias” de la compañía:
• Ser un vecino responsable al impulsar y apoyar las actividades de ayuda social en nuestras comunidades locales
• Seguir asociándonos con programas internacionales para disminuir el hambre en el mundo en las regiones en vías de desarrollo
• Promover los proyectos comunitarios de Kerry en cada región
Estas aspiraciones van de la mano del plan estratégico que tiene Kerry a cinco años. Dicha estrategia va dirigida a ayudar y participar activamente en programas de desarrollo, así como a mejorar la salud y la nutrición en las comunidades donde la compañía tiene presencia. Buscan además fomentar el espíritu emprendedor y llevar a cabo proyectos de desarrollo comunitario, educación, deportes y artes, así como promover la agricultura sustentable.
Asimismo, tienen el objetivo de ayudar a la agencia humanitaria Concern Worldwide en la implementación del proyecto Realineación de la Agricultura para Mejorar la Nutrición (RAIN, por sus siglas en inglés) en países en vías de desarrollo.
“Nuestros valores, sin duda, contribuirán con el desarrollo y expansión de todo emprendedor que, al incorporarlos a su vida, se esmere en hacer realidad sus sueños de crear algo grande que marque la diferencia en la vida de los miembros de su comunidad, tal y como lo hace Kerry a lo largo y ancho de nuestro planeta”, expresó Salazar Urbiola.
