Con el objetivo de lograr una colocación exitosa de sus capacitados en el entorno laboral, el Instituto Queretano de Herramentales (IQH) brinda el taller de inserción laboral, que ofrece consejos y asesorías para crear una hoja de vida profesional clara y estructurada y una marca personal que facilite la comunicación con los reclutadores.
José Fernando Aguilar González, mercadólogo y maestro en Alta Dirección, se encarga de este taller, en el que insta a los jóvenes a conocer sus debilidades y fortalezas.
“La intención de esto es que los muchachos identifiquen, de una manera clara, cuáles son las herramientas de comunicación, para poder pulirlas y contribuyan a que puedan lograr sus objetivos profesionales. Una máxima que siempre les digo es lo importante de tener un análisis muy claro de lo que es su currículo vitae o su hoja de vida y por supuesto su marca personal, esa que van construyendo ellos, no solamente a lo largo de la carrera, sino cuando culminan un grado académico”, explicó el experto.
La identificación de fortalezas personales y profesionales, es uno de los ejes del curso, pues permiten a los noveles técnicos descubrir áreas de oportunidad para insertarse en el mundo laboral.
“Se requiere que todos los profesionales tengan claridad de los elementos que van a guiar su actuar en el ambiente que vivimos. De la mano de esto, vamos analizando cuál es su misión personal y por supuesto que vayan teniendo una claridad sobre cuáles son sus metas en su crecimiento personal y en el ámbito profesional, que va orientado a la búsqueda de mejores oportunidades para su crecimiento en el entorno industrial; la parte espiritual también, estos tres elementos conforman sus metas personales y le dan razón a su misión”.
La misión personal, destacó el especialista, no es otra cosa que la proyección de cada persona al futuro.
COMUNICACIÓN
Asimismo, Aguilar González exhorta a los jóvenes a tomar conciencia de su imagen y comportamiento, pues “¡todo comunica!”, desde la forma de vestir, hablar y sentarse, “los reclutadores los analizan desde el momento que atraviesan la puerta y los ven”, sostuvo.
El currículo vitae es otro factor central del taller. Ese documento, aconsejó el maestro, no debe ser mayor a una hoja, debe estar estructurado, con un diseño claro, sin faltas de ortografía y con buena redacción.
“Dentro de esta estructura debe haber un orden en la presentación de la información. Lo primero y más importante es el nombre, datos de contacto y de ahí, partir con todos los elementos que están relacionados en su formación académica, su experiencia profesional o en este caso, si es la primera vez que van a trabajar, incluir su experiencia en servicio social o en algún proyecto en el que se hayan involucrado de corte académico, que haya aportado valor a su institución educativa o a alguna asociación civil”.
Estos lineamientos son potenciales de un “currículo vendedor”, añadió José Fernando, quien siempre pide a sus aprendices que pongan información fidedigna, pues “todo está sujeto a comprobarse”.