Características como infraestructura necesaria, el uso de energía limpia y la conectividad son clave para que México sea un buen destino para la realización de las empresas.
Y es que estos tres factores clave, según el estudio Nearshoring en México Estrategias de eficiencia y rentabilidad, de KPMG, aunados a los incentivos competitivos, facilitan el desarrollo de las empresas ante el fenómeno que está viviendo el país.
El primer factor clave que menciona el estudio es la infraestructura, la cual debe de contar con parques y naves industriales suficientes, “pues muchos de los clientes podrían requerir que estos ya estén listos para usarse”, dice el texto.
Esto para que se puedan usar de manera inmediata, sin tener que invertir tiempo y recursos para poder operarlo. El que un lugar tenga disponibilidad de este tipo de zonas, que además cuenten con servicios básicos como electricidad, agua y gas natural, etcétera, hace que aumente el valor del destino.
Por otro lado, está el uso de energía limpia, ya que actualmente son más frecuentes que las empresas se interesen por reducir su impacto ambiental y usar este tipo de energía, “lo que obliga a la regulación del país destino a enfocar e impulsar sus políticas energéticas para satisfacer esta demanda”.
También, es necesario contar con la conectividad entre puertos, carreteras y estaciones ferroviarias para facilitar las operaciones de traslado de mercancías y tener cercanía con los proveedores.
“Lograr que los hubs industriales cuenten con estos tres factores (espacios, energía y conectividad) será́ crucial para que México se desarrolle como un destino de inversión rentable para el nearshoring”, menciona.
Otro de los aspectos importantes que las empresas deben de considerar para una estrategia a largo plazo, según el estudio, es la disponibilidad de talento y mano de obra, costos, calidad de vida y potenciales riesgos de negocio a futuro.
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