La industria aeronáutica en México se ha propuesto
trabajar con pequeñas y medianas empresas (Pymes) mexicanas para que se vuelvan
proveedoras de este sector.
El reto es grande, reconocen ejecutivos de esta
industria asentada en Querétaro, ya que las barreras de entrada son altas y las
compañías preparadas para entrar “a jugar” en este sector son pocas; sin
embargo, comparten, vale la pena el riesgo.
“México ha sido muy exitoso en desarrollar el programa
de proveeduría automotriz, pero (las compañías) están acostumbradas a trabajar
altos volúmenes, donde un solo número de parte te hace un caso de negocio,
donde hay procesos muy repetibles y el control de calidad es más estandarizado,
luego te dicen: diversifícate en lo aeroespacial, y te encuentras con la
problemática que hay volúmenes muy pequeños, no hay procesos tan estandarizados,
dependes mucho de las habilidades y certificaciones de la gente, y no hay
margen de error”, puntualizó Luis Lazcano, director general de la Federación
Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).
Es por ello que consideró dos puntos de inicio para
las empresas potencialmente proveedoras del sector aeroespacial: entender el
mercado al que apuntan y estar verdaderamente dispuestas a proveerlo.
Una apreciación similar compartió Rafael Rojas
Martínez, de General Electric Infraestructure Querétaro (GEIQ).
“Es una industria sumamente sofisticada, donde la
seguridad impera. Les pediría y les diría (a las empresas que quieran proveer a
la industria) que necesitamos que tengan muchas ganas de hacer las cosas. En mi
experiencia, lo que he visto con empresas proveedoras, es que esperan que la
empresa tractora haga todo, pareciera que te dicen: me tienes que convencer a
mí de hacer negocios contigo. Pero la relación debe hacer bilateral”, sostuvo.
El esquema que propone General Electric, a través del
complejo de ingeniería y diseño tecnológico que tiene en Querétaro, es detectar
empresas con potencial para que le suministren insumos y trabajar de manera
conjunta con las Pymes para que logren las certificaciones y estándares que la
aeronáutica demanda.
“En las épocas de bonanza nos podíamos dar el lujo de
rechazar proveedores que quizá no cumplían con nuestros estándares de calidad,
pero el crecimiento de la industria es tan acelerado, que ahora estamos
enfrentando una falta de abasto importante.
“Ese esquema, en el que buscábamos a una empresa que
estuviera lista para hacer negocio ya no existe, tengo que empezar a voltear a
ver a esas compañías, gran parte son Pymes en México, y ver de qué manera lo
puedo hacer mi partner, para que
eventualmente puedan hacer negocios en la industria”.
GE tiene su departamento de compras en EE.UU.; sin
embargo, el GEIQ ha hecho esfuerzos para cerrar órdenes de compra con
proveedores mexicanos.
“Empecé el año pasado yo solo y ahora y tengo un
equipo de trabajo y ya hemos hecho cosas interesantes con Pymes mexicanas. Aquí
en México, además del negocio de aviación, tenemos otros cuatro: power,
renovables, petróleo y gas y hasta un negocio digital”.
Rojas Martínez refirió que echan mano de las
divisiones enumeradas para, de acuerdo al grado de alistamiento, las empresas
den el salto como proveedoras en estas industrias.
De igual forma, reconoció los esfuerzos de la Femia,
los clústeres y las aceleradoras de negocios, en la preparación de estas Pymes
para la industria.
OPORTUNIDADES
Juan Carlos Corral Marín, presidente del Aeroclúster
Querétaro, instó a las empresas tractoras a crear esquemas similares al de GE para
generar cadenas de proveeduría local, que incentiven a las Pymes a arriesgarse
con el sector aeronáutico.
“Hemos desarrollado un estudio de la demanda, ahora
estamos en la segunda fase, hicimos una pregunta muy sencillita, sobre todo a
las empresas grandes: ¿Cuánto estarías dispuesto a colocar en Querétaro si
hubiese todas las capacidades? Consideramos una cifra que es el 3.5% de la
facturación anual”.
Corral Martín, quien es además director general
de ITP México,
consideró bajo el resultado de inversión, por lo que ya trabajan en una segunda
fase del estudio para empujar a las empresas a invertir 10% de su facturación
en desarrollo de proveeduría.
“Si le restamos a las exportaciones de todo el sector
aeroespacial de México, las importaciones, lo que nos queda, vamos a llamarle
el valor agregado, solamente es el 20% del total de las exportaciones, es una
cifra bastante baja, comparada con las cifras que se trabajan en el sector,
donde el valor agregado es en torno al 30 o 40 por cierto”.
Añadió que el valor agregado del sector aeroespacial en
México es de 20,000 dólares por persona al año, mientras que en España el
salario medio es de 26,000 euros anuales.
“Tenemos un gran recorrido para elevar eso, si
queremos estar en un papel preponderante en el mundo, los salarios deben ser
equiparables a lo que hay en Canadá, EE.UU. y Europa”, enfatizó.
MERCADO
La industria aeroespacial ha tenido un crecimiento de
dos dígitos en los últimos 14 años en México.
Actualmente, hay más de 350 compañías registradas en
el país, que hacen alguna actividad de manufactura, mantenimiento, overhaul de aeronaves, sistemas y
componentes, así como de servicios de ingeniería. Estas empresas emplean a poco
más de 65,000 personas de manera directa y a cerca de 160,000, si se consideran
los empleos indirectos.
Asimismo, hay cerca de 3,200 millones de dólares de
inversión extranjera directa, en 20 entidades de la república que albergan a
compañías aeroespaciales.
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