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POR: Jair Pérez
Desde el año 2000, 52% de las empresas listadas en el listado Fortune 500 han quebrado o desaparecido como consecuencia de la disrupción digital (Harvard Business Review). Hoy se ha exponenciado el ritmo de la innovación y la transformación digital.
Algunos ejemplos son icónicos. En 2006, Blockbuster —¿la recuerdas? — ocupaba el lugar 366 en dicho listado, con ingresos que superaban los 5,800 millones de dólares. Pero el auge del internet y de los nuevos formatos de contenido electrónico, combinados con su nula capacidad de resiliencia, acabaron con ella y en 2014 vio su fin. Y no es la única.
Hoy en día, las compañías carecen de certezas y lo que funcionaba hace años, seguramente es inservible en estos días. Nuevas tecnologías, dinámicas de mercado, competidores altamente ágiles e innovadores y nuevos actores en la escena, son algunos de los factores que ha traído esta disrupción digital en la que están inmersos nuestros negocios y que amenazan el status quo.
Las compañías manufactureras se debaten entre la necesidad de convertirse en organizaciones flexibles para satisfacer las exigencias de sus consumidores y la obligación de buscar mayores rendimientos en entornos cada vez más competitivos, que se caracterizan por estrechos márgenes de rentabilidad y que obligan a los fabricantes a reinventar sus líneas de producción.
Suena como una oportunidad increíble para tu negocio, pero hay un enorme reto. La transformacion digital abarca tres ejes: procesos, tecnología y gente, y este último es el pilar fundamental para hacer que funcionen las dos primeras. Déjame decírtelo de esta manera: puedes tener cualquier tecnología de última generación, pero si la gente no sabe cómo utilizarla o simplemente no quiere, el proyecto va a fracasar.
Algunas soluciones de Industria 4.0 fallan porque los tomadores de decisiones no incluyen a la gente en los proyectos desde el enfoque, que debe ser centrado en el usuario.
El problema con las tecnologías emergentes es que generan miedo y resistencia entre las personas. Y vencer esta parte es crítica si deseas llevar tus proyectos tecnológicos a buen puerto. Un reporte de The Standish Group encontró que solo 25% de los proyectos de implementación tecnológica triunfan y 19% se considera un fracaso total.
Las causas incluyen una mala planeación de resultados, falta de liderazgo y responsabilidades, mala comunicación sobre la visión del proyecto, una errónea definición del problema a resolver, entre otras.
Todas las que enlistamos generalmente se engloban en la gestión del cambio, una estrategia que considera todos los elementos, procesos y herramientas que utiliza una compañía para vencer la resistencia que ponen las personas al momento de sufrir un cambio organizacional, como suele ser una implementación tecnológica.
¿Piensas que no es necesaria una estrategia de gestión del cambio? Una encuesta de PwC reveló que 6 de cada 10 ejecutivos creen que el impacto de la inteligencia artificial en los negocios será mayor que el del internet. Ahora piensa en esto desde la posición de un colaborador, cuyo sentimiento es de miedo y negación ante lo que considera una amenaza para su fuente de empleo. Quizá estés convencido de que esta tecnología ayudará a la empresa y a la persona, pero debes hacer una estrategia para comunicarlo adecuadamente.
Si no consideras este factor, tu proyecto no llegará a buen puerto. Nadie quiere vivir malas experiencias en la Cuarta Revolución Industrial. Por el contrario, se trata de crear más historias de éxito. Las hay, desde luego, y espero contártelas más adelante.
MÁS INFORMACIÓN:
Jair Pérez, CEO y cofundador de Gesta Labs, estudio de innovación en Industria 4.0
jair@gestalabs.com
