Con base en informes históricos de las principales OEM y diversas asociaciones automotrices y de proveeduría, IHS Markit Automotive realizó un estudio general de la producción de vehículos ligeros en el Bajío.
Este estudio tiene la finalidad de analizar las tendencias del mercado y fijar horizontes a corto y largo plazo, tomando en cuenta aspectos como: precio del petróleo, combustible, inflación, tasa de desempleo, PIB, entre otras referencias.
Actualmente, el largo plazo para las OEM en el mundo se extendió hasta 2029 y se están cuestionando aspectos como: estrategias internas, objetivos de sustentabilidad e inversión para los mismos y la capacidad de producción a corto plazo.
Respecto a cómo se relacionan las ventas en México con la producción específicamente del Bajío, Eric Anderson, analista principal de investigación, previsión de producción de vehículos ligeros de América del Norte en IHS Markit Automotive, dio a conocer que durante 2024 y 2025 aún se tendrá que responder ante el impacto que supone la proveeduría de componentes como los semiconductores, lo que se podría colocar entre las proyecciones a corto plazo, ya que las interrupciones modifican la cadena de suministro.
Refirió que en 2020 se visualizó una caída importante en las ventas en México, aunque para 2021 la producción automotriz tuvo un repunte considerable que cambia la perspectiva y trayectoria de ventas; sin embargo, no se podrían visualizar los niveles alcanzados en 2015 y 2016, por ejemplo.
Asimismo, la recuperación de la producción se visualiza hacia 2030, pues se seguirán presentando modificaciones en la venta de autos en México.
COMPORTAMIENTO DE VENTAS EN EE.UU.
Eric Anderson informó que las ventas en Estados Unidos de Norteamérica estuvieron a más de un millón de unidades por debajo de la demanda en 2022, debido a las afectaciones por las restricciones de inventario, por lo que la disponibilidad de diversos productos seguirá siendo un desafío.
Debido a la debilidad de los inventarios, se anticipa un impacto mínimo en las ventas para lo que resta del 2022, que probablemente rondarán los 1.3 millones de unidades por mes, al menos durante el segundo trimestre.
“En 2021 aún se tenían niveles buenos de producción y venta, básicamente 18 millones de unidades vendidas; no obstante, ante la falta de semiconductores la producción disminuyó y se tocó fondo en agosto y septiembre de ese año”, explicó Eric Anderson.
IMPLICACIONES PARA LA PRODUCCIÓN EN EL BAJÍO
El experto consideró que para el Bajío se viene un sinnúmero de oportunidades, sobre todo en la recuperación del inventario para las OEM, lo cual viene acompañado de lanzamiento de nuevos productos durante los próximos tres años, por ello, se podría vislumbrar una recuperación consolidada hasta 2025.
“En lo que se refiere a componentes para marcas de lujo, además de la integración de la cadena de suministro para autos eléctricos y todo lo que favorecerá por el contenido regional estipulado en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá”, añadió.
Dijo que, en la parte de competencias laborales, se tendrán que sumar esfuerzos para poder cumplir con los lineamientos de fabricación de componentes básicos para las OEM, sobre todo para vehículos ensamblados dentro de la región, pues se tendrán cambios en líneas de producción para productos como el tren motriz, motores y todo lo que tenga relación con los componentes provenientes del acero.
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