A lo largo de 10 años, el fabricante queretano de componentes para subensambles automotrices Maquilas y Reprocesos Industriales ha invertido en equipos de torneado que le han permitido atraer proyectos más grandes y de mayor complejidad, generando un círculo virtuoso de crecimiento.
Establecida en la ciudad de Querétaro desde 1992, la empresa Maquilas y Reprocesos Industriales fabrica componentes para la industria automotriz elaborados con procesos metalmecánicos. Gracias a la inversión recurrente desde hace más de 10 años en tornos CNC de alta gama de la marca OKUMA, han logrado crecer su oferta de producción para empresas más complejas y de mayor precisión, ampliando así su espectro de negocio, así como la confianza de sus clientes, entre los que destacan firmas trasnacionales como Danfoss Automotive, Eaton, Gabriel Ride Control y Norgren Automotive.
En 2008, Gerardo Ledesma, director general de Maquilas y Reprocesos Industriales, tomó la operación de la empresa fundada por su padre y adquirió el primer torno CNC en 2010, seguro de que era con tecnología con lo que deberían enfrentar los retos por venir. Y no se equivocó.
Hasta entonces, el taller se operaba con tornos de levas automáticos de tipo revólver, con una plantilla de torneros que satisfacía hasta entonces la demanda de los fabricantes de autopartes ubicados en los parques industriales circundantes en Querétaro.
Ledesma, con entonces apenas rebasados los 20 años, consideró que para obtener proyectos mejor pagados y mantenerse competitivos en el mercado era necesario apostar en temas de innovación y de tecnología de punta.
De esta manera, y pensando en un proyecto en específico, comenzó a evaluar equipos de maquinado CNC, retomando información recopilada por su padre unos años atrás. Fue así como se acercó a la empresa HEMAQ para solicitar una cotización actualizada.
“Contacté a Alfredo Cruz, ejecutivo de HEMAQ, quien tras revisar el proyecto me acompañó en la evaluación de las necesidades del nuevo proyecto. Le mostré los planos, las piezas y con base en ello decidimos adquirir un torno modelo GENOS L250 de la marca OKUMA. Lo que yo buscaba era comprar calidad y con una buena marca”.
Para adquirir el equipo requirieron de un programa de financiamiento, el cual fue ofrecido por HEMAQ, por lo que Ledesma y su equipo echaron mano de sus fondos para el pago del enganche y para concretar el traslado e instalación del centro de torneado.
Ya con la máquina en su posición, el equipo de Maquilas y Reprocesos Industriales, incluyendo a Ledesma, iniciaron el proceso de capacitación y entrenamiento, a pie de máquina y centrado en las necesidades que el proyecto exigió. “Sin duda es un plus que HEMAQ nos dio”.
Aunque el empresario tenía conocimientos de programación en CNC, adquiridos durante sus estudios de ingeniería Industrial en Tec Milenio, en la capital queretana, el acercamiento no solo a la realidad de un equipo de última generación, sino con la puesta en marcha de un proyecto propio sin mucho rango de falibilidad, representó un aprendizaje exponencial.
“Tomamos los cursos de capacitación con el equipo técnico de HEMAQ directo en la máquina y con los instructivos y manuales de operación en frente. Los empleados, hasta entonces operadores de tornos automáticos, quisieron ser parte de ello y tomaron los cursos, pues representó una oportunidad valiosa para convertirse en preparadores y operadores de equipos CNC”, explicó Ledesma.
A partir de entonces, el equipo de operadores es capaz de programar tanto a pie de máquina como con herramientas de software.
Este proceso fue muy significativo para Gerardo Ledesma, quien ha estado en el taller desde la infancia. Desde entonces, el olor del aceite de las máquinas y el ruido del proceso de maquinado están en su mente y son componentes claves de su pasión por el trabajo que realiza. “Desde muy joven mi papá me enseñó a medir piezas, a afilar e, incluso, a barrer y dejar siempre limpio el lugar de trabajo. Creo que mi amor ‘por los fierros’ nació desde entonces”.
La compra del Genos L250 fue una decisión más que acertada. La máquina, cuyo proyecto de financiamiento estaba a tres años, se pagó en la mitad del plazo, lo cual les permitió adquirir una nueva máquina para tomar otros trabajos. Además, Ledesma se dio cuenta de que podía tomar más proyectos con características más complejas y con mayor margen de utilidad. Desde entonces, prácticamente han adquirido una máquina por año, lo cual ha sido derivado de un mayor número de empresas que cada día tienen más confianza en Maquilas y Reprocesos Industriales.
“Tomé el proyecto adecuado y, de ahí, se justificó la máquina y las inversiones posteriores que hemos realizado”, aseguró Ledesma.
Con el paso de los años también han incorporado equipos periféricos que van de la mano con los nuevos centros de torneado, como son perfilómetros y equipos CMMs, empleados para garantizar la calidad de los componentes que ahora están produciendo.
Entre los centros de torneado adquiridos, también destaca un Genos L400 con el que están fabricando productos más grandes, dando continuidad en este círculo virtuoso a proyectos más grandes y complejos, que justifican la compra de más equipos CNC, todos de la familia GENOS de OKUMA.
En 2020, con la llegada de la pandemia, se vieron obligados a reducir su producción y su capacidad de planta. No obstante, respaldados por la constante búsqueda de nuevos proyectos, 2021 ha presentado un mejor panorama que, debido a la base instalada de maquinaria de alga gama, tienen proyectado ya un proceso de recuperación que les permita seguir adelante.
“Me interesa estar siempre a la vanguardia y seguir las tendencias tecnológicas y del mercado”. Esta visión incluye no solo las máquinas, sino los herrametales y los equipos periféricos destinados a los procesos de control de calidad.
Ledesma tiene claro que la ubicación geográfica de Maquilas y Reprocesos Industriales es estratégica para la manufactura mexicana, por lo que mantener sus proyectos de inversión serán clave para satisfacer la demanda del sector de autopartes que podría reactivarse en 2022.
Por tanto, consideró que es estratégico mantener su relación con sus representantes en HEMAQ, no solo para la compra de más máquinas, sino también por el apoyo técnico que les representa en el momento de articular los proyectos nuevos y para mantener su planta instalada funcionando al 100 por ciento.
“Reconozco el nivel de acercamiento del equipo de Alfredo Cruz y su equipo de HEMAQ. Él ha estado conmigo desde la primera máquina y se ha mantenido cerca durante esta última década. Siempre toco base con él para que nos brinden asesoría cuando lo requerimos. Hacemos juntos las pruebas y los estudios para elegir las máquinas más convenientes.
“Como empresa Pyme, es fundamental invertir en tecnología. Puedo decir que con la infraestructura que tenemos somos muy competitivos para cualquier proyecto requerido por empresas trasnacionales, pues tenemos las herramientas, la tecnología, el conocimiento y el capital humano necesarios; pero, sobre todo, tenemos las ganas de seguir creciendo”, finalizó.
