La industria de manufactura en Chihuahua tiene diversos sectores pujantes: automotriz, aeroespacial, electrodomésticos, dispositivos médicos. Sin embargo, un sector pujante es el de alimentos y bebidas. En este sentido, un ejemplo común de una planta preponderante es la planta de Meoqui en Chihuahua. Eusebio Reynoso, gerente de la planta, compartió los pormenores de esta empresa.
La planta arrancó operaciones en 2018. Tiene un tamaño de 70 hectáreas, 14 de las cuales son de construcción y el resto es espacio proyectado para crecimiento y áreas verdes. Estos terrenos fueron adquiridos en 1985 por la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma.
El proyecto de una cervecería tuvo varios intentos, el primero de los cuales fue en 1990; el segundo, en 2007; y en 2009, con la recién alianza con Heineken, tuvo una pausa por algunos años más. En 2015 inició el análisis para la construcción de una cervecería, que duró un par de años, y el 3 de febrero de 2018 manufacturaron su primer lata, la cual fue Tecate Light. La inauguración oficial de la cervecería fue en 27 de febrero.
De acuerdo con Reynoso, la planta está diseñada con una tecnología para que se convierta en la “planta más verde de todo el corporativo y el mundo”. “Integramos paneles solares, vidrios fotovoltaicos, procesos con tecnología de punta, no utilizamos vapor, sino agua calentada, que baja el consumo de gas natural, entre otros elementos, nuestra energía eléctrica es 100 por ciento renovable.”, agregó.
En este sentido, la diferencia principal de la planta Meoqui con otras del mismo corporativo es su cuidado con el medio ambiente. “Somos la segunda cervecería que menor consumo de energía térmica tiene y la que menor consumo de agua genera. Todo tiene que ver con el diseño y la ingeniería de procesos, además del desarrollo de personal. La forma que reclutamos, capacitamos y desarrollamos a la gente se apega a nuestros principios operativos”, destacó.
La elección del lugar de operaciones se debe a la necesidad de cubrir el mercado del norte de México, además de la calidad del agua del estado.
El proceso de fabricación de los productos es complejo: la planta recibe la malta para hacer más fácil la extracción del almidón del estado de Puebla. Lo muelen en una pulverización controlada. Llevan el grano a una mezcla acuosa, controlando la temperatura para que las enzimas que deben desdoblar el almidón en azúcares fermentables puedan funcionar. La marca del producto determina el tipo de malta, la cantidad, además de los tiempos en los procesos de maceración. Después se filtra la solución. Al líquido se le agrega el lúpulo, una planta que le da un olor y sabor amargo típico de la cerveza. Se saca la levadura y la cerveza se pasa a un proceso de reposo a cero grados para posteriormente analizarse, catarse y saber que todas las características entren en las especificaciones requeridas. Luego, se manda a los tanques de cerveza terminada. Después, el producto pasa a ser envasado.
En total, la planta tiene 315 empleados. Para Reynoso, la mano de obra mexicana es de gran calidad. La empresa trabaja con instituciones educativos de la región para desarrollar al personal de forma previa a la contratación. “La calidad del trabajo de los mexicanos es fuerte. El personal con que contamos es bueno, trabajador, con iniciativa. Esto ayuda a la implementación de sistemas de trabajo y búsqueda de trabajo”, agregó.
Cabe agregar que la empresa cuenta diversas certificaciones: ISO 9001, SSC como industria de calidad alimentaria, Norma 025 de igualdad laboral y algunas internas como la de los laboratorios, de sistema de trabajo (Total Productive Management), entre otras.
Los valores por los cuales se rige la empresa es pasión por la calidad. Se enfocan en llevar diversión a la vida y construir marcas que la gente reconozca y aprecia, además del cuidado del medioambiente.
