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Futuro de los vehículos autónomos: Requisitos clave para la recopilación de datos

Israel Molina.
Agosto 29, 2023

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Hoy, la mayoría de los consumidores están familiarizados con el concepto de vehículo autónomo (AV, por sus siglas en inglés) que puede navegar hábilmente por entornos de conducción complejos sin ninguna intervención humana. 

De acuerdo con un estudio realizado por Nand Kochhar, vicepresidente de automotive & transportation de Siemens Digital Industries Software, y Alan Porter, vicepresidente de electronics & semiconductors, la materialización de este futuro potencial depende de la capacidad de los AV para recopilar y procesar cantidades inmensas de datos procedentes de diversos sistemas, y poco a poco se van conociendo los detalles de cómo un AV podría llevar a cabo esta tarea. Ya está claro que los vehículos autónomos necesitarán una cantidad significativa de hardware electrónico avanzado para funcionar. Las cifras concretas pueden variar, pero muchos expertos prevén que un AV necesitará unos 30 sensores avanzados y una enorme capacidad de procesamiento para desplazarse con seguridad por un entorno de conducción dinámico. 

“Más allá de la electrónica y el software, una constelación de tecnologías avanzadas y áreas de ingeniería deben trabajar juntas a la perfección para lograr verdaderas capacidades de autoconducción. Esto incluye sistemas mecánicos, eléctricos y electrónicos, así como software integrado, inteligencia artificial y aprendizaje automático, y redes de comunicaciones, todo ello funcionando en armonía para ofrecer funciones de conducción autónoma. En un AV, estos dominios se entrecruzan en mayor medida que antes, lo que garantiza que ningún sistema del vehículo sea realmente independiente”, citaron los expertos. 

Un sistema de asistencia de mantenimiento de carril, por ejemplo, requiere sensores, procesadores y software para percibir las líneas de la carretera y calcular la trayectoria del vehículo antes de activar los componentes mecatrónicos del sistema de dirección para ejercer el control sobre el vehículo.

Sin embargo, incluso los sistemas más avanzados disponibles en la actualidad sólo alcanzan el nivel 3 de capacidades de autoconducción. Estos sistemas requieren que el conductor humano tome el control en determinadas circunstancias. Un sistema de nivel cuatro ejerce un control total sobre el vehículo, pero sólo dentro de las condiciones operativas especificadas. El nivel 5, el pináculo de la autonomía del vehículo, ofrece un control total en todas las condiciones, en todo tipo de carreteras y sin necesidad de supervisión humana.

A medida que las empresas sigan subiendo por la escalera de la autonomía, se enfrentarán a un aumento exponencial de la complejidad en cada peldaño a medida que se integren sistemas adicionales, se transmitan más datos a través de las redes de los vehículos y crezca la demanda de potencia informática y eléctrica. 


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