La industria automotriz es un pilar de la economía mundial, un motor clave para el desarrollo económico, la estabilidad y los avances tecnológicos de cada país.
Este sector contribuye en el desarrollo de cada región: desde la generación de empleos, ingresos para la economía local, promover la innovación, entre muchas otras.
Ahora, el gran reto está en transformar la industria para dejar un impacto positivo en el medio ambiente, más allá de los beneficios sociales que actualmente hemos garantizado.
En el caso de Ford Motor Company está invirtiendo más de 50,000 millones de dólares hasta el 2026 para acelerar el plan de producción de vehículos cero emisiones y crear un ultra-eficiente sistema de fabricación para ayudarnos a lograr nuestro objetivo de neutralidad de carbono para el 2050.
En México, el sector automotor es considerado como uno de los principales propulsores del crecimiento de la actividad económica a lo largo del país y, actualmente, es una de las industrias más competitivas del mundo al colocarse como la cuarta mayor exportadora de vehículos y la cuarta de autopartes. Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), representa el 3.8% del producto interno bruto (PIB) nacional y el 20.5% del PIB manufacturero.
Desde su llegada al país hace 97 años, Ford ha sido un referente dentro de la industria mexicana, pero hoy podemos ver cuánto nos hemos transformado para lograr un equilibrio real entre el desarrollo tecnológico y social, el crecimiento económico y la preservación del medio ambiente.
Con esta estrategia y con la producción de modelos como Ford Bronco, Ford Maverick y Mustang Mach-E, cada una de nuestras plantas que están alrededor del país han tenido que transformarse para lograr un modelo de negocio que impacte positivamente al medio ambiente, la economía, la tecnología y las comunidades donde tenemos presencia.
De manera constante, Ford de México invierte en diversas actividades y proyectos en materia de sustentabilidad, con el único fin de mantenerse como líder en esta área. Los avances tecnológicos y las nuevas soluciones para los procesos de manufactura en los que han trabajando de manera sostenida, les ha permitido que las plantas que hay en México hoy sean más sustentables que cuando llegaron al país hace 40 años.
Como un ejemplo de lo anterior, para la producción de Mustang Mach-E, el primer vehículo eléctrico de la firma que se fabrica de manera masiva en nuestro país, Ford Cuautitlán se transformó en un 80%. Dentro sus instalaciones integran una planta de Tratamiento de Agua, donde el 70% del agua reciclada se utiliza para todas las facilidades de la planta, mientras que el 30% se usa para el riego de las áreas verdes, lo que la convierte en una instalación de Cero Descarga de Agua al alcantarillado. También cuenta con sistemas para la captación de agua pluvial con capacidad de hasta el 25% de las necesidades de la operación.
Otro ejemplo es la planta de Ford Irapuato, donde el 70% del agua que utilizan es reutilizada para los sistemas de riego y algunos procesos de manufactura, toda la energía que utilizan en las instalaciones es limpia pues viene de paneles solares, mientras que dentro de la cafetería cuentan con reciclaje de grano de café para realizar composta que se pone a disposición de los colaboradores, creando un modelo circular de sustentabilidad en todos los aspectos.
En el caso de Ford Chihuahua, hay dos sistemas de captación de lluvia que les permiten realizar el tratamiento de agua para ingresarla a procesos de maquinado. Además, cuentan con un sistema de ultrafiltración para “limpiar” el agua residual industrial que generan y poder utilizarla para alimentar los sanitarios de las instalaciones de la planta, además de que no descargan aguas residuales al drenaje municipal.
Por su parte, en Ford Hermosillo, adicionalmente a los sistemas novedosos para el uso eficiente del agua en los procesos productivos y el tratamiento de las aguas residuales, también llevan a cabo actividades hacia la comunidad donde se encuentran. Recientemente los colaboradores participaron en la rehabilitación del vivero municipal y en la limpieza de Bahía Kino.
Gracias a estos significativos esfuerzos, las plantas en Hermosillo, Chihuahua y Cuautitlán son nivel 2 en el proceso de Industria Limpia y están certificadas en el estándar de calidad ambiental ISO 14001 desde 1996.