El concepto de globalización, tal como se entendía en las últimas dos décadas, ha quedado atrás para dar paso a la regionalización y a la demanda veloz de componentes para el usuario final. Por lo tanto, la relación entre México y Estados Unidos se vislumbra fortalecida con el nearshoring.
Así lo señaló Erick Brunet, director ejecutivo del equipo de Sergio Pérez de Newmark, y destacó que esta mejora en la relación bilateral se ha desarrollado a lo largo de los años gracias al tratado comercial.
Por su parte, Giovanni D'Agostino, presidente en México y director regional para América Latina de Newmark, mencionó que este progreso ha llevado a México a convertirse en el principal socio comercial de Estados Unidos. Además, consideró esencial abordar la formación de mano de obra especializada en la fabricación de semiconductores.
Entrenamiento especializado
“La industria de semiconductores es compleja y altamente especializada. La fabricación de estos productos, cuyo tamaño se mide en micras, se encuentra concentrada en unos cuantos países asiáticos que cuentan con la experiencia adquirida a lo largo de años de entrenamiento especializado”, indicó Giovanni D'Agostino.
En este contexto, Erick Brunet recordó que el gobierno de Estados Unidos emitió en 2023 la Ley de Estímulos a la Industria de Microprocesadores y Alta Tecnología, fortaleciendo las restricciones para que China adquiera chips de última generación y los equipos necesarios para su fabricación.
Esto se hizo con la intención de proteger las tecnologías, en un contexto en el que China ha incrementado su participación en el mercado de los chips, cruciales para automóviles, dispositivos electrónicos y otros productos. Estados Unidos produce el 12% de los chips, aunque ninguno de los más avanzados del mundo.
Conflicto geopolítico
Agregó que Taiwán produce el 90% de los chips avanzados, esenciales para la economía estadounidense, que sigue siendo líder en el diseño de los microcomponentes. Sin embargo, un conflicto geopolítico podría poner en peligro las patentes de estos, muchas de ellas europeas y estadounidenses, y especialmente las chinas, que son quienes los fabrican.
En caso de una ruptura, uno de los países se quedaría con las patentes y el otro con la infraestructura, situación perjudicial para ambas partes, porque no habría producción.
“La ley sobre semiconductores es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos. Durante la pandemia de Covid-19, se dieron cuenta que el 75-80% de los semiconductores se hacen en Asia y que no podían traerlos debido a los contenedores atorados, lo que hizo que toda la industria de este lado del planeta se rezagara”, subrayó Erick Brunet, director ejecutivo del equipo de Sergio Pérez de Newmark.
Energía constante
Añadió que, como es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos, van a preferir hacerlos, tanto allá como en México, decisión conveniente para ambas partes es imprescindible que México fortalezca la educación tecnológica, capacitación, maquinaria, infraestructura y energía constante, que no tenga picos o fluctuaciones.
Las empresas de alto valor agregado son más conscientes en cómo demandan los insumos y cómo los consumen, por lo que, si México ofrece energías renovables, lo hace más atractivo a las inversiones. Además, el costo de capital global suele ser más barato para las empresas cuando tienen algún argumento verde dentro de la operación.
“En México lo hemos hecho muy bien con el programa STEM, enfocados a la ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería, donde llevamos muchos años. Sin embargo, hay muchos países que se encuentran más avanzados en cantidad de talento para estas tareas, lo que nos posiciona a años de distancia de poder implementar la producción”, indicó Erick Brunet.
Costo total
Apuntó que con el plan Sonora, Estados Unidos se beneficiará, siempre y cuando México otorgue un rápido suministro de energía, ya que con ello tendrá el incentivo de traer la producción a territorio mexicano, dado que es más barato para el costo total de manufactura.
“Estados Unidos puede favorecerse de usar a México como punto de manufactura. Además de que existe afinidad cultural y el producto mexicano es muy bien recibido. En Europa definitivamente hay muchísimo espacio para crecer, mientras que Asia es cada vez más es un mercado de consumo interno, después de años de ser los que más maquilaban y producían para generar riqueza”, destacó Brunet.