Fuerza de voluntad a prueba de hierro
Para
Elizabeth Hernández Ledezma el tener una discapacidad visual no ha sido un obstáculo
para salir adelante, pues hoy en día sobresale como una de las personas más
eficientes dentro de la empresa donde presta sus servicios.
Hace
cinco años, “Liz”, como le gusta que la llamen, quedó totalmente privada del
sentido de la vista, pues padece glaucoma congénito de nacimiento, una enfermedad
que causa un aumento de la presión interna del ojo que daña al nervio óptico, lo
que provoca la pérdida progresiva de la visión.
A
pesar de estar consciente de esto, Liz nunca se dio por vencida y un día recibió
una llamada para una entrevista de trabajo, comenta, que tenía el fin de
canalizarla posteriormente con Fundición de Aleaciones Especiales de México (Faemsa),
empresa que participó en un proyecto de la Secretaría de Economía para
contratar personas con alguna discapacidad de colonias con situación vulnerable
que tuvieran el deseo de salir adelante.
“El
que me hablaran para este trabajo fue algo que no me esperaba. Ahora voy a cumplir
dos años y medio en la empresa. Comencé en el área de producción, checaba la
calidad de las piezas, pero después los dueños, que supieron de un caso de una
persona que tenía una discapacidad como la mía y trabajaba en el área de
recepción, me hicieron la propuesta de cambiarme a esta área y dije, ¿por qué
no?, creo que lo puedo hacer”, apuntó.
Gracias
a su esfuerzo diario por aprender, ha logrado llevar sin problema la agenda de
su jefe, que es muy extensa, además de encargarse de enviar cotizaciones a los
clientes, contestar correos electrónicos y otras tareas administrativas.
Un
software especial instalado en su computadora y en su celular es en lo que
Elizabeth se apoya para realizar sus actividades en la oficina, como escuchar
los mensajes escritos que recibe, aparte de poder convertir en texto lo que
ella dicta.
“Yo
tenía solo una leve idea de qué era una computadora, pero sobre la marcha
aprendí. Me memoricé el teclado de la máquina, el del teléfono; en el paquete Excel
llevo la agenda de los ingenieros, del directorio les enlazo llamadas y escaneo
documentos”, indicó.
La
mayor motivación de Liz, sin duda, ha sido su hijo de 8 años, a quien se
propuso darle el ejemplo de que si se quiere, se pueden hacer las cosas, ya que
en la vida hay obstáculos, pero siempre hay posibilidades de salir adelante.
“De
pequeña, me sacaron de la primaria por mi problema en la vista y pensé que ya
no iba a poder estudiar, pero con el tiempo ingresé a una asociación de invidentes
donde te apoyan para terminar la escuela y lo logré a los 32 años, ahora tengo
36”, comentó.
Elizabeth
expresó que el ser discapacitado es solo una condición de vida diferente, con
la que ha aprendido a vivir, pero también a sacar un potencial que antes
desconocía.
“Hay
que aprender de los demás y solicitar ayuda cuando se necesita. En la empresa
me han apoyado mucho, tanto mis jefes como mis compañeros y eso es algo que yo
siempre agradezco. Conozco mis limitaciones, pero también conozco mi potencial,
que me ha permitido hacer cosas que antes no imaginaba”, finalizó.
INFORMACIÓN (Cuadro de
Información en gris)
NOMBRE: Elizabeth Hernández
Ledezma
EDAD: 36 años
LUGAR DE NACIMIENTO:
Saltillo, Coahuila
EMPRESA: Fundición de Aleaciones
Especiales de México
FECHA DE INGRESO: 2014
PUESTO INICIAL: Area de
producción
PUESTO ACTUAL: Administración
y recepción
“La vida es un tesoro.
Siempre hay un mañana mejor, si tienes ganas de salir adelante”