Por: Francisco Martínez Domene
A prácticamente dos años de la puesta en marcha de la reforma laboral que eliminó el uso de la subcontratación de personal y en su lugar se dio paso a lo que conocemos como Subcontratación de Obras y Servicios Especializados, hemos visto que se han generado grandes cambios en el mundo laboral mexicano, un ejemplo es la pérdida de flexibilidad y competitividad en las relaciones laborales de México frente a otros países que tienen modelos laborales más modernos y diversos que permiten a las empresas tener diferentes opciones para contratar a un trabajador dependiendo la circunstancia.
Hoy en día, las empresas siguen haciendo uso cauto de este tipo de servicios debido a que aún existen ciertas dudas, por ejemplo, en qué momento o actividades se puede utilizar y cuál es la forma correcta de hacerlo.
Esto se ve mucho más en la parte industrial y maquiladora del país y, por consecuencia, de cara al T-MEC, en donde se ha visto que la operación de empresas mexicanas, estadounidenses y canadienses han sido afectadas por el encarecimiento de costos de administración y reclutamiento y falta de flexibilidad laboral ante cambios productivos.
Durante el 2021 varios organismos realizaron ejercicios sobre la afectación que se podría tener por la eliminación del outsourcing y de manera general se llegó a la conclusión de que las empresas experimentarían un incremento de hasta el 60% en el costo de sus nóminas, debido a la internalización masiva de personal que anteriormente se tenía bajo el modelo de subcontratación de personal, lo que les obligó a reforzar muchas áreas de la empresa para atender a todo el personal y, muchas veces, tener que contratar empresas de reclutamiento o de Payroll (nómina) para administrar a estar personas, ayudarles a cubrir la rotación o buscar personal nuevo.
Nearshoring vs. outsourcing
Esta situación también limita la posibilidad de que México aproveche al máximo el fenómeno del nearshoring, ya que las empresas se ven restringidas en la contratación de personal temporal que ayude durante la implementación de nuevos proyectos en nuestro país. Esta es una mala noticia, considerando que, de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, México tiene la posibilidad de incrementar en 35,278 millones de dólares sus exportaciones por el nearshoring siendo el país en Latinoamérica con mayor potencial en este rubro.
Sin embargo, para esto se requiere una reconfiguración de las cadenas globales de valor (CGV), mejorar el ambiente de negocios, así como las capacidades e instituciones de atracción de inversiones y promoción de exportaciones, para acelerar la recuperación económica y el crecimiento de México. Si bien esta nueva regulación ofrece la oportunidad de subcontratar servicios especializados con una empresa especialista externa, quién se encarga de la ejecución parcial o total de los procesos ajenos al objeto social de la empresa y su actividad preponderante registrada ante el SAT puede ser insuficiente para aprovechar todos los beneficios que el nearshoring ofrece, sobre todo por la limitación que existe en contar con el personal necesario para los picos de producción, temporalidades y apertura de nuevas operaciones.
Con base en un análisis elaborado en 2021 por la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), la maquila en el norte del país encabezaría la adopción de servicios especializados, seguida la región del Bajío con la parte automotriz, y la zona en la que sería más complicado despegar es la del Sur. Sin embargo, a dos años de la implementación de la reforma, nos hemos dado cuenta de que la adopción de los Servicios Especializados por parte de las empresas no ha sido tan rápido como se estimaba, ya que actualmente las empresas siguen teniendo reservas sobre el uso de estos servicios, lo que está generando un freno al avance que se podría tener en el crecimiento de las operaciones de empresas maquiladoras, automotrices, de máquinas y herramientas, entre otras, y esto a su vez limita la cantidad de empleo formal que se pudiera estar generando en el país.
Esquemas temporales
Es importante que la iniciativa privada cuente con la mayor cantidad de herramientas posibles, y un instrumento que es fundamental para fortalecer esta flexibilidad en México es la regulación de Empresas de Trabajo Temporal, para que a las organizaciones les sea fácil contratar de manera formal, aun cuando sea un contrato por proyecto o de poca duración.
Este modelo es sumamente positivo en momentos como el que estamos viviendo, ya que permite una adaptación rápida de las empresas a los constantes cambios del entorno, razón por la cual considero que debemos impulsar una legislación para que el empleo temporal sea permitido, como una medida que ayude a reforzar el empleo formal y flexible. Esto es lo que, en países de primer mundo, se está promoviendo con el concepto de la Flexiseguridad.
Tranquilamente pueden convivir ambas regulaciones, la de Servicios Especializados para la externalización de áreas o procesos con carácter permanente o semipermanente y la de Empresas de Trabajo Temporal para apoyar a las empresas con personal en sus picos de trabajo, sustitución por vacaciones, bajas laborales o apertura de un nuevo proyecto que tiene carácter temporal.
El autor es ejecutivo con más de 28 años de experiencia en la industria de los recursos humanos con experiencia España, Chile, Argentina y Uruguay.
Desde 2019, es CEO de Adecco Group México. Es secretario del Consejo de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) para el bienio 2023 – 2024 y acaba de ser nombrado, en septiembre 2023, Ambassador de Awards of Happiness para México.
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