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El auge de los bonos temáticos, clave para el desarrollo industrial mexicano

Redacción.
Julio 06, 2022

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El cambio climático, el envejecimiento de la población, la inequidad de género, y la falta de oportunidades laborales, entre otros, están provocando una transformación en la economía así como en la vida individual y comunitaria. 

En este sentido, para Sergio Argüelles, presidente y director general de Finsa, las instituciones financieras han comenzado a valorar nuevos modelos y estrategias de negocio buscando mitigar riesgos no-financieros, e impulsar soluciones para estas problemáticas.

Ante estos nuevos factores, los mercados de valores mundiales han comenzado a promover la emisión y uso de los bonos de inversión “temáticos”, hoy valuados en más de 700,000 millones de dólares según datos de BID Invest (2021), y que facilitan la inyección de capital a proyectos de desarrollo sostenible.

De acuerdo con los datos del BID Invest, América Latina y El Caribe son las regiones con crecimiento acelerado en cuanto a este tipo de bonos, ya que el interés de los inversores está centrado en los mercados en desarrollo, debido a que el mapa económico e industrial se reconfiguró a raíz de la pandemia. 

En México, de acuerdo a la Bolsa Mexicana de Valores, las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles crecieron 8 veces en monto en comparación con 2015 tanto en el país como a nivel mundial.

Las metas de países como Estados Unidos, para descarbonizar por completo su economía en 2050, así como los compromisos y obligaciones en el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, impulsan el desarrollo de la economía sustentable en términos de IED para México.

BONOS VERDES 

Con un objetivo sostenible como parte crucial de la inversión, los bonos verdes se destinan a infraestructuras responsables con el planeta. De incrementar su emisión, la industria en México se beneficiaría al fondear la adquisición de nueva tecnología, para impulsar el uso de energías limpias y renovables, y por consiguiente tener a su disposición mejores fuentes energéticas. 

Si bien, los bonos verdes ocupan la tercera posición en volumen de emisión con 11,000 millones de dólares, de acuerdo con The Climate Bond Initiative, México tiene un largo camino por recorrer para alcanzar a otros países de América Latina y otros mercados emergentes.

 En julio de 2021, y apostando por el futuro, en Finsa firmaron el primer crédito verde en línea con nuestra estrategia de responsabilidad social y sostenibilidad. En diciembre del mismo año, emitimos el segundo crédito para un total de 184.5 millones de dólares, ambos destinados al desarrollo de infraestructura industrial.

BONO DEMOGRÁFICO 

Uno de los principales retos a los que se enfrentan las economías del mundo es al envejecimiento de la población y por consiguiente la pérdida de productividad, provocada por la escasez de la fuerza laboral.

En México se cuenta con una Población Económicamente Activa (PEA) de 59% de connacionales en un rango de edad de los 15 a los 59 años, de los cuales 16% está ocupado en la manufactura. Se compara con Estados Unidos se ve que representa casi el doble para el sector, ya que en el vecino del norte solo 7% está ocupado en dicho ramo. 

Por consiguiente, el bono demográfico para el país, es un elemento diferencial, además de la mano de obra cualificada y su geolocalización. Lo que nos posiciona como una sede atractiva y muy competitiva en el contexto de un mercado orientado al nearshoring y a la Industria 4.0.

“Desde nuestra perspectiva consideramos que el desarrollo de la fuerza laboral en la población, es una tarea pendiente y elemental para capitalizar el bono demográfico. Factor clave para la atracción de la Inversión Extranjera Directa, y la reducción de brechas sociales”.

BONOS AZULES 

Los bonos azules están surgiendo como una nueva categoría para financiar proyectos relacionados con el cuidado y preservación del agua, tanto dulce como de cuerpos salinos. Aunque aún son instrumentos emergentes, se prevé una gran demanda y emisión, principalmente por las crisis hídricas que enfrenta nuestro planeta.

Datos de Deloitte indican que la economía azul (o del agua) genera 2.5 billones de dólares en todo el mundo cada año. 

No es difícil inferir cuál sería el beneficio de estos bonos para el país. México tiene una extensión de 11,122 km de litorales continentales, 7,828 km de insulares, y alrededor de 117 puertos y terminales de carga, por lo que urge desarrollar una industria mucho más limpia y eficiente. 

La crisis hídrica es un tema que en México ya ha comenzado, y el solucionarla, así como mitigar su impacto es responsabilidad de múltiples actores civiles, económicos y gubernamentales. Siendo éste un problema con grandes repercusiones naturales, financieras y sociales, el bono azul es una palanca clave para impulsar la solución de esta crisis.

Hoy, en Finsa ya trabaja para ser parte de la solución con acciones, como el uso de aguas residuales, que contrarrestan esta problemática y mitigan su impacto en el sector industrial y social. 

BONOS CON PERSPECTIVAS DE GÉNERO

Antes del 2020, era una categoría poco valorada. Sin embargo, durante el mismo año, debido a la pandemia, se observó la necesidad y oportunidad de activar este tipo de vehículos para financiar la recuperación económica y paliar las consecuencias sociales de la crisis de salud en países como México.

En octubre del 2020, México celebró la primera emisión de bonos sociales con perspectiva de género. Esta emisión fue colocada por los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), un conjunto de fondos fiduciarios del Banco de México donde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público actúa como fideicomitente y el Banco de México como fiduciario.

Al cuarto trimestre de 2021, solo 45% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años se consideran económicamente activas de acuerdo con el Inegi, en comparación con el 79% de los hombres, por lo que estimular la participación de las mujeres en los sectores económicos más relevantes como el industrial, es fundamental, ya que según datos del Banco Mundial, si esta creciera en la misma proporción que la de los hombres, el ingreso per cápita del país aumentaría un 22%, es decir, si consideramos los datos actuales del Banco de México, pasaría de 10,500 dólares a 12,810 dólares. 

Los datos anteriores, nos llevan a concluir que la baja participación femenina en el trabajo remunerado y en el emprendimiento, provoca deficientes niveles de desarrollo, pérdidas de productividad, y un impacto negativo en el PIB.

En resumen, desde Finsa consideramos que los bonos temáticos son una gran herramienta financiera para las empresas a nivel global, y más para aquellas que buscan inversiones sustentables con un propósito claro de descarbonización de su industria, además de una oportunidad de diversificación de cartera, impactando positivamente industrias como la mexicana.


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