La economía mexicana creció 3.1% durante el 2022, en comparación con el 2021 a pesar del entorno inflacionario e incluso superó las expectativas de diversas organizaciones y del banco central mexicano.
Para el 2022 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), estimó un crecimiento de 2.5%, mientras que el Fondo Monetario Internacional proyectó una tasa de 2.1%. El Banco de México se mostró más optimista al elevar su estimación para la tasa de crecimiento a 2.9% en diciembre pasado.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las actividades secundarias incrementaron 3.3% a tasa anual, mientras que las terciarias y primarias crecieron 2.8 y 2.7%, respectivamente.
El PIB ascendió a 18,560,365 millones de pesos. Las actividades terciarias o de servicios son las presentaron una mayor aportación al PIB, seguido de las secundarias y primarias.
Por sector, las industrias manufactureras impulsaron el crecimiento de la actividad secundaria, con un alza anual de 5.2 por ciento. Mientras que en la actividad terciaria fueron los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos, lo que presentaron un mayor crecimiento anual, de hasta 50.8 por ciento.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) informó que “México cerró el 2022 con un ritmo de crecimiento mejor de lo esperado, en un contexto de fuertes presiones inflacionarias e inestabilidad geopolítica”.
De manera que los niveles de resiliencia económica y de competitividad que alcance el país en los próximos años dependerán en gran medida del grado en que se propicie e impulse la inversión en otras actividades clave para la economía nacional, además de aquellas ligadas al sector externo, observó.
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