En una jugada significativa en el sector energético mexicano, Grupo Carso, la empresa liderada por el magnate Carlos Slim Helú, aseguró la construcción y operación de un gasoducto en el norte de México destinado a abastecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La subsidiaria Gasoducto Centauro del Norte, perteneciente a Grupo Carso, firmó un trascendental convenio de inversión, desarrollo y ejecución con la CFE. Además, se ha establecido un acuerdo específico para el transporte de gas natural a lo largo de un gasoducto que atravesará los estados de Sonora y Baja California, con una extensión total de 416 kilómetros.
Suministro competitivo
Este proyecto estratégico permitirá suministrar gas natural a las centrales existentes en ambas entidades, así como a las centrales de ciclo combinado González Ortega y San Luis Río Colorado, actualmente en fase de construcción. La CFE, a través de este convenio, asegura un suministro competitivo de gas natural para la generación de electricidad en los estados de Baja California y Sonora.
La iniciativa, además de fortalecer la infraestructura energética en la región, se proyecta como generadora de empleo, con la expectativa de crear alrededor de 700 puestos de trabajo. Además, destaca la posibilidad de que la CFE participe como accionista en la sociedad responsable del desarrollo del gasoducto.
Diversificar inversiones
Este ambicioso paso de Grupo Carso se enmarca en su creciente interés en el sector energético. Desde septiembre de 2023, la compañía, junto con la familia Slim, ha venido diversificando sus inversiones. Esta estrategia incluye la adquisición del 49,9% de una filial de la petrolera estadounidense Talos Energy, con intereses en el megacampo petrolero Zama en el Golfo de México. Tras una disputa, este campo será operado por la petrolera estatal Pemex.
Control Empresarial de Capitales, la firma familiar de Carlos Slim, ha consolidado participaciones por un valor total de 327 millones de dólares (mdd) en empresas como Talos Energy Inc. y Harbour Energy Plc.
El último movimiento registrado fue la adquisición, el 18 de diciembre, del 100% de la participación accionaria de Petrobal, propiedad de la familia Baillères, en los campos marinos Ichalkil y Pokoch, con una inversión de 530 mdd.