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Con los colores de Ferromex tatuados

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Dora Elia González ha visto cómo ella y la empresa a la que representa han evolucionado con el paso del tiempo

 

En el ámbito profesional no hay nada como crecer junto a la empresa que representas y dejar huella en la compañía, tal como le sucedió a Dora Elia González Martínez, empleada que desde hace 22 años, con entrega y dedicación, ha avanzado junto a Ferromex del Norte para convertirse en nuestra Historia de Éxitos.


Dora, de 45 años y originaria de Concepción del Oro, Zacatecas, relata que su ingreso a la empresa se dio en marzo de 1995 y desde entonces su carrera profesional ha ido de la mano con Ferromex.

 

“Mis inicios en la empresa Ferromex del Norte fue como cajera, allá por el año de 1995, en ese entonces le pagábamos a chatarreros, que hoy en día se les conoce como pepenadores”, recordó.

 

“Realmente en caja fue un lapso muy pequeño como de tres o cuatro meses, posteriormente me pasaron al departamento de contabilidad, como auxiliar contable y después estuve en el departamento de créditos y cobranza, y de ahí Ferromex empezó a trabajar con grandes empresas y yo me dedicaba a revisar la facturación y las boletas que nos traían que fueran de acuerdo a los kilos que nos vendían, y actualmente estoy en el área de finanzas en Tesorería”, dijo en el recuento de su trayectoria.

 

Para Dora Elia, su desarrollo ha ido de la mano con Ferromex, pues desde su ingreso a la compañía ha ido evolucionando hasta formarse como una profesionista ejemplar. “Yo tenía solamente el estudio de técnico en contabilidad y con ayuda de la empresa terminé mi carrera de Licenciada en Administración de Empresas”, dijo con evidente nostalgia.

 

“He crecido junto con la empresa, porque he visto cómo nos hemos desarrollado y yo creo que esto va para largo”, añadió.

 

Un segundo hogar es como considera Dora a su empresa y asegura que en más de dos décadas al servicio de Ferromex, ya siente los colores corporativos como propios. “Ferromex del Norte es como mi segundo hogar porque fui viendo cómo fue evolucionando la empresa. Últimamente ha crecido como un 200%, y te vas encariñando a tal grado que ya llevas tatuado el escudo de Ferromex”, puntualizó.


Para finalizar, la actual tesorera de Ferromex le envió un mensaje a la familia Dewey. “Agradecimiento a la familia Dewey por darme la oportunidad y seguir confiando en mí en todos estos años”, concluyó.

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