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Cómo posicionarse ante el latente auge de vehículos eléctricos

Dinorah Becerril.
Diciembre 01, 2022

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La transición hacia la electromovilidad está en marcha y aunque los grandes fabricantes de autos están girando su producción hacia los vehículos eléctricos, nuevos competidores han aparecido en el mercado, por lo que es necesario que México evalúe su participación y logre posicionarse como un jugador clave para los próximos años. 

Según estimaciones de la Industria Nacional de Autopartes (INA), los nuevos jugadores en la producción de vehículos eléctricos alcanzarán en 2029 el 40% de la producción total en Norteamérica frente a marcas tradicionales como Ford y General Motors, prevista en 23 millones 615,308 unidades.

Esto supondrá una mayor demanda para los productores de autopartes en México y acelerará la introducción de este tipo de vehículos al mercado, adicional de las medidas que se impulsan en los gobiernos y las empresas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

“Eso quiere decir que México va a exportar más vehículos cero emisiones y por ende se necesitan más autopartes”, dijo el director general de la INA, Alberto Bustamante.

De acuerdo con la INA, en el periodo 2022-2029 marcas como Tesla, Rivian, Lucid, Zoox, Canoo, entre otras, alcanzarán una producción de nueve millones 481,194 vehículos frente a los 14 millones 134,114 que producirán las marcas tradicionales en América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá).

Este año, Estados Unidos, a través de su Ley para la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), lanzó un incentivo fiscal de hasta 7,500 dólares para vehículos eléctricos nuevos y de 4,000 dólares para usados.

En Canadá, en marzo de este año se anunciaron 1,700 millones de dólares canadienses (1,300 millones de dólares estadounidenses) en incentivos para los vehículos eléctricos de baja emisión, como parte del Plan de Reducción de Emisiones, según el Global EV Outlook 2022 Securing supplies for an electric future, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

Mientras tanto, en México, la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica del Congreso de la Ciudad de México aprobó la iniciativa para adicionar un artículo octavo transitorio a la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para la Ciudad de México, la cual establece únicamente la circulación de automóviles eléctricos para el 2040, así como los desincentivos pertinentes para la eliminación total de unidades de combustión interna para el 2050.

De acuerdo con el socio líder de impuestos de la región Bajío de KPMG en México, Héctor Romo, con esto México empieza a dar pasos más tangibles en la adopción de estas tecnologías y con ello masificar el uso de autos eléctricos.

México a nivel global tiene posiciones de liderazgo al ser el séptimo mayor fabricante de vehículos ligeros y el cuarto mayor exportador, y el cambio tecnológico que implica la electromovilidad representa un reto y una oportunidad para el país, dijo el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya.

Lo anterior, debido a que un auto de combustión requiere de 15,000 a 25,000 autopartes, a diferencia de uno eléctrico, o bien que no requiera combustión, que se conforma por menos de 1,000 autopartes, estimó.

“Es un reto para las autopartes, las armadoras y todo el mundo. Pero el reto mayor es ahora, ¿dónde está la infraestructura para que esos autos puedan no solo fabricarse sino circular libre y confiadamente en todo el territorio nacional sabiendo que tienen dónde cargar y recargar? No hay una política de electromovilidad”, añadió.

Según datos del Registro Nacional de Electrolineras de la Comisión Federal de Electricidad, en México hay distribuidos en diferentes puntos del país más de 2,000 electrolineras (estaciones de recarga para los autos eléctricos e híbridos-enchufables), sin embargo, coinciden los especialistas, es insuficiente.

Por ello la importancia de crear una política que parta del gobierno en coordinación con la industria para conocer la infraestructura que se necesita, el número de estaciones de recarga, dónde se realizará la disposición final de las baterías, incentivos fiscales y no fiscales.

“El cambio tecnológico viene y va a ser con México o sin México. Más vale que sea con México y aprovechemos esta coyuntura que nos da la historia de cambio de tecnología para ganar mejores posiciones de liderazgo y no perderlas”, advirtió Zozaya.

Al respecto, Romo consideró que son cuatro los retos en la materia:

  1. Infraestructura suficiente para cubrir la demanda (particularmente en trayectos carreteros). De acuerdo con Romo, la masificación de estaciones de carga requiere de una inversión considerable en la que es indispensable la participación de distintos jugadores, como bancos internacionales de desarrollo, la industria automotriz (armadoras y proveedores), así como del gobierno federal.
  2. Asegurar la capacidad de generación de energía eléctrica que respalde las estaciones de carga. México deberá resolver las discusiones políticas en torno a este tema, a efectos de lograr sentar las bases para facilitar la adopción de la tecnología eléctrica de vehículos ligeros.
  3. Mejorar los tiempos de recarga. Actualmente, el periodo de carga requiere de varias horas, lo que resulta tedioso para el consumidor.
  4. Seguridad y vandalismo. Aun con la incipiente infraestructura actual, se han presentado casos de robo de cajas de recargas o vandalismo en las estaciones.

Actualmente, la AMIA trabaja con las secretarías de Relaciones Exteriores y de Economía en temas de electromovilidad; a esta última incluso se le ha planteado un proyecto de convenio para crear las políticas que México necesita.

También, la asociación elabora un estudio profundo de electromovilidad, para que sea la base de la discusión, el cual estima tener listo en diciembre de este año o en enero del 2023.

En México, según cifras del Inegi, la venta de vehículos híbridos y eléctricos en el 2021 representó 4.6% del total de ventas de vehículos ligeros, con un total de 47,079 unidades. En enero-agosto del 2022, son 102,492 las unidades comercializadas (87.88% híbridos; 8.2% híbridos conectables; y 4% eléctricos).

Si se compara con China, que es el país que más vehículos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos vende en el mundo, con 3.3 millones de unidades, México aún se encuentra muy lejos.

"En KPMG vemos que el mercado de autos eléctricos, híbridos enchufables y eléctricos en México aún es incipiente en comparación con otros mercados, aunque con un potencial de crecimiento muy importante una vez que se normalicen las cadenas de suministro y la inflación ceda un poco”, expresó.

La tendencia global es positiva, por ejemplo, en Estados Unidos el aumento en ventas de vehículos con esta tecnología ha aumentado 60% y en Europa 25%, del 2021 al 2022, por lo que la perspectiva para el mercado mexicano sigue siendo de crecimiento.

Además, “es importante tomar en cuenta que la legislación de varios países acelerará en los próximos tres a cinco años la adopción de la electrificación en vehículos ligeros, como es el caso de varios países de la Unión Económica Europea”, expresó.

Según la IEA, las ventas mundiales de coches eléctricos han seguido aumentando con fuerza en el 2022, con dos millones vendidos en el primer trimestre, un 75% más que en el mismo periodo de 2021.

En lo que refiere a la producción, México alcanzó 58,292 vehículos electrificados en el 2021, 2% de la producción total de vehículos ligeros, según datos la AMIA.

Por lo que, de acuerdo con Romo, el principal reto sigue siendo la normalización de las cadenas de suministro, así como la disponibilidad de semiconductores y componentes automotrices


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