El Coaching ha ido ganando
terreno a partir de que las organizaciones iniciaron a aplicarlo en algún nivel,
y su implementación va más allá del nivel individual. Hoy en día la tendencia del coaching
sugiere un avance hacia programas que provean resultados reales para las
organizaciones, ganando valor y apoyo hasta adentrarse en el tejido cultural de
la empresa.
Noé
Miranda, de Cubik Training, comentó acerca del Coaching y Cultura
Organizacional, tema que involucra el desarrollo de talento a través de
herramientas como estilos de comunicación, tipología corporal y análisis de
discurso.
Comentó
cómo es que estos tres aspectos se entrelazan y desarrollan talento en los
equipos de trabajo a fin de que las personas que participen en este tipo de
programas se identifiquen y tengan recursos para gestionar a los equipos, como herramientas
prácticas que generen alto impacto -probadas- para que logren tener una forma
de cultura organizacional diferente a la que está establecida y que pareciera
como inamovible. “Pequeñas herramientas generan grandes cambios”, destacó Noé
Miranda.
Acerca del
impacto de una nueva cultura organizacional en la productividad de las empresas,
Miranda explicó que al momento de estar trabajando este desarrollo se constató
que la gente cuando está en mejores condiciones, ya sea que se siente parte, o se
siente incluida, escuchada y valorada; da lo mejor de sí, ya que supera la expectativa
del salario económico.
“Si una
empresa no cubre el salario emocional, se puede minimizar el impacto; pueden
funcionar, pueden lograr mucho, pero a corto plazo es un espacio competitivo
que afecta en la salud”, dijo Noé Miranda.
Explicó
además que cuando se logra hacer esto, es un autocuidado y un desarrollar más,
no se pierde, -al contrario- a la hora de que las empresas se desarrollan los
números incrementan, es por ello que vale la pena invertir en esta parte,
porque, sino es mucho más caro no formar al personal.
Una frase
para destacar en la que hizo hincapié Miranda es: “Si crees que invertir
en formar y capacitar es caro, espera a
que veas cuando no inviertes”.
Es
importante saber que no precisamente la estructura debe cambiar desde arriba,
es un cambio que parte de forma individual, el cambio parte de manera personal y
esto genera un impacto en el entorno en los demás.
“Es
necesario no ser pasivos, sino activos en el cambio organizacional, ya que es
viable, posible y está en cada persona hacer el compromiso para adoptar esta
nueva cultura”, finalizó.