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Cómo la automatización potencializa al ser humano

Octubre 01, 2018

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La automatización se refiere a la acción de una máquina que permite realizar tareas sin la intervención del ser humano. Sus orígenes se remontan a la prehistoria donde las primeras máquinas constaban de poleas o palancas para sustituir la fuerza del hombre.

 

Hoy en día, y gracias a los avances tecnológicos, la automatización comprende complejos procesos y tareas que, al igual que sus máquinas antecesoras, sustituyen las acciones del ser humano.

 

Sin embargo, estas acciones son repetitivas, propensas a accidentes y fallas. Como ejemplo tenemos un sistema de visión, el cual, en cuestión de segundos, puede analizar si una pieza es de la calidad requerida, ya sea por sus dimensiones, colores o formas, sustituyendo así a la tarea que anteriormente realizaban personas sentadas incansables horas frente a una línea de ensamble para analizar las piezas.

 

Esta forma de análisis era propensa a errores que, en el peor de los casos, podían producir piezas finales defectuosas que causaran accidentes.

 

Otro ejemplo similar lo encontramos en una línea de ensamble donde hoy en día un robot puede realizar dichos ensambles de manera automática, rápida y sin errores, nuevamente sustituyendo la tarea que anteriormente era realizada por personas que pasaban interminables horas frente a una máquina semiautomática o una línea de ensamble en ambientes poco adecuados para el ser humano y con la propensión a accidentes.

 

Un último ejemplo que es posible gracias a los adelantos tecnológicos está en los robots móviles, los cuáles trabajan de manera coordinada y eficiente trasladando partes de un lugar a otro, sin errores y sin retrasos.

 

Todo esto ha llevado a muchas personas a preguntarse si algún día seremos sustituidos por máquinas. La realidad es que no hay un riesgo de que esto suceda ya que el cuerpo y el cerebro humano no tienen competencia en cuanto a ciertas actividades como la innovación, la creatividad, la identificación de aromas, entre otras por mencionar algunas. Y como dijo el fundador de Omron: “A la máquina el trabajo de la máquina, y al hombre el reto y la emoción de la creatividad”.

 

No obstante, resulta evidente que esto conlleva grandes retos, entre ellos el continuo aprendizaje y el crecimiento y desarrollo profesional. Pero también para estos retos tenemos la gran ventaja de la tecnología, ya que hoy en día el conocimiento está al alcance de todos. En un estudio reciente el Instituto para el Futuro (IFTF por sus siglas en inglés) pronostica que el 85% de los trabajos en el año 2030 no han sido inventados aún; así como también el 50% de las compañías que forman parte del índice S&P de la bolsa de valores en Estados Unidos tampoco han sido creadas.

 

Estos números podemos verlos de algún modo en la industria de telecomunicaciones donde hace 25 años no existía la telefonía celular y hoy por hoy hay millones de personas que trabajan alrededor de la misma, lo cual requiere de nuevos conocimientos y habilidades que las personas tienen que adquirir.

 

Al final, podemos concluir que es responsabilidad de cada uno de nosotros el continuar trabajando en nuestro propio desarrollo y evolución, lo que nos permitirá encontrar nuestro lugar en el futuro.

 

INFORMACIÓN:

Mauricio Blanc

Gerente general Latinoamérica en Omron

mauricio.blanc@omron.com


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