A veces, sin importar que el tiempo y los cambios digan lo contrario, hay ideas tan arraigadas que olvidamos el avance en el que vivimos, tal como pasa cuando hablamos de la igualdad de género en la industria manufacturera.
Personalmente, trabajo para un sector que, por creencia, durante mucho tiempo se pensó que era terreno exclusivo de los hombres (la manufactura), mientras que los productos que aquí se elaboran (electrodomésticos) se consideraban dispositivos para el uso mayoritario de las mujeres.
Aunque parezca una cuestión de generaciones pasadas, el cambio de paradigmas ha costado el esfuerzo de muchas personas (hombres y mujeres) y la transformación que, en la mayoría de los casos, surgió de una revolución de pensamiento que nació en los hogares.
No podemos dejar pasar este tema por dos efemérides importantes: el Día de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo, y otro muy significativo que vivimos el mes pasado.
En febrero se celebró el Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia. A propósito, acudimos a los datos de la Unesco, que señala que actualmente las mujeres representan el 28% de las personas graduadas en ingeniería, y el 40% en informática y ciencias de la computación. Específicamente, solo una de cada cinco profesionales en inteligencia artificial es mujer.
Estas carreras son sumamente importantes, pues son las que se encargan de imaginar y, posteriormente, plasmar el futuro de las sociedades: los dispositivos, las herramientas, las soluciones tecnológicas que hacen la vida más fácil y nos llevan a una siguiente era de conocimiento y avances.
De acuerdo con la Universidad Iberoamericana, las carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) también son las que ofrecen los mejores salarios (muy por encima del promedio nacional) y las brechas de equidad de género más reducidas.
De 2012 a 2021, la participación de las mujeres en carreras STEM ha aumentado en 42%, con base en datos de la misma universidad.
No es que los números actuales sean suficientes, pero decir que no hemos avanzado es invisibilizar el trabajo de las mujeres que de a poco han logrado consolidar una carrera científica, matemática o de ingeniería, e inspirar a otras jóvenes y niñas.
Todo esto lo he pensado ahora que viene el #8M: ¿estamos en camino para que, en la industria manufacturera, alcancemos el anhelado 50-50 de colaboración entre mujeres y hombres?
Más allá del “empate”, lo que debemos hacer es impulsar desde la educación, para que, al hablar de una paridad, hablemos igualmente de plazas de calidad, posiciones estratégicas y salarios en equidad.
Por eso creo que gran parte de nuestras acciones deben estar enfocadas no solo en la captación de recursos humanos, sino en el fomento de la educación STEM desde la educación básica, para que de ese modo construyamos la igualdad de género en nuestros centros de trabajo y también en nuestra sociedad.
Por otro lado, aplaudimos que muchas de nuestras empresas trabajan a partir de esquemas de capacitación sobre igualdad de género, de manera que se han eliminado las prácticas discriminatorias y se ha sensibilizado al personal del impacto que la igualdad tiene en la vida de todos y todas. Además de contar con programas que impulsan el estudio de estas carreras desde la infancia con las familias de sus colaboradores.
En el Clúster de Electrodomésticos impulsamos activamente la equidad de género, ofrecemos espacios y programas para inspirar a más mujeres a desarrollarse y crecer dentro de sus organizaciones. Nuestra responsabilidad desde el CLELAC es enorme. México es el quinto mayor productor de electrodomésticos en el mundo, un sector que incide directamente en el desarrollo de las familias, que crece constantemente y depende del trabajo de miles de personas que necesitan ponerse al día en función de las necesidades tecnológicas emergentes.
De ahí que el CLELAC trabaje a partir de una triple hélice, en la que participan la industria, el gobierno y la academia. Hacer equipo en estas dimensiones nos permitirá seguir posicionándonos como el punto de referencia latinoamericano en la producción de electrodomésticos, y también de una industria ejemplar por su igualdad y desarrollo en términos de género.
En lo personal, como profesionista, líder de un equipo conformado por 83% de mujeres, hija, hermana, amiga, esposa, mamá de una niña, y profesionista, quiero llevar este mensaje a todas las mujeres que desean crecer y tener una mejor calidad de vida. La industria tiene muchas oportunidades, en nosotras está el abrirnos camino, plantar la semilla en las nuevas generaciones y darnos siempre la mano para ayudarnos a crecer.