Ante la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, la Asociación Mexicana de Hidrocarburos (Amexhi), se vio obligada a replantear varias estrategias para el fortalecimiento de cadenas productivas locales. En el inicio de esta contingencia, los precios internacionales de hidrocarburos sufrieron una considerable reducción; por ejemplo, la gasolina, que llegó a reducir su precio en un 37por ciento.
En México, el sector de hidrocarburos contribuye con un 6.6% del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo, esta cifra está lejos de ser una de las mejores, pues en el año 2008 llegó a representar el 10.8% del mismo.
Pablo Anzorena, financial coordinator de Amexhi, compartió su opinión sobre el panorama de este sector industrial en México y detalló las acciones que se realizan para poder potenciar a las empresas abastecedoras.
Dijo que, por este motivo, era importante reforzar la comunicación con los proveedores y encontrar un acuerdo común para establecer algunos protocolos que ayudaran a una recuperación. Algunas de las estrategias que se llevaron a cabo fue la renegociación en plazos de entregas de proyectos, así como la postergación de pagos entre empresas operadoras y subcontratistas.
Actualmente, muchas compañías están optando por el cierre de oficinas y emplear la modalidad del home office, pues ante el número de empleados que se necesitan en realidad, el inmueble termina por ser demasiado grande para el número de la plantilla con la que cuentan.
Hoy en día, la proveeduría nacional está ante un gran reto, sin embargo, tiene una buena oportunidad para fortalecer su forma de trabajo con las empresas operadoras, que dan demasiada importancia a contar con un suministrador confiable, seguro, con personal confiable y así beneficiarse de la mano de obra competitiva y comprobada que hay en el país.
El especialista refirió que un punto importante para destacar, es el nuevo mercado conocido como Autorizaciones de Reconocimiento y Exploración Superficial (ARES), abierto para cualquier empresa que quiera invertir en estudios especializados del sector en nuestro país y adquirir información del subsuelo mexicano. Gracias a esto, se tiene una inversión estimada de 4,500 millones de dólares.
Por último, la situación actual da lugar a que las empresas busquen alianzas para tratar de operar de manera eficiente e impulsar la pronta recuperación de la industria.
